Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido. -Hechos 4.34 (RVR)

Cuando mi hija era una infante, dejaba saber rápidamente a los otros niños qué juguetes le pertenecían. «¡Míos!», les decía a menudo, mientras intentaba arrebatárselos. A veces las personas adultas muestran en forma semejante su actitud en relación con sus posesiones. Pero ésa no era la actitud de los cristianos del primer siglo de la iglesia cristiana.

Hechos 4.32-37 describe a los nuevos creyentes en Cristo como teniendo un espíritu generoso. Vendían sus casas y terrenos, y compartían todo lo que tenían. Pero para poder desprenderse de sus posesiones, tenían que superar sus actitudes egoístas. Por cuanto compartían la visión de Cristo, fueron capaces de dar generosamente. Fueron capaces de poner sus riquezas delante de los apóstoles para distribuirlas entre los que estaban en necesidad.

¿Qué podemos poner delante de Dios: los talentos que Dios nos ha dado, nuestro tiempo, nuestro dinero? ¿Cómo nos podemos liberar de nuestras ambiciones egoístas y adoptar el espíritu generoso de Cristo?

Sa. Pamela Williams (California, EUA)

Oración:

Oh Señor, enséñanos a entregarte todo lo que tenemos y todo lo que somos. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA

¿Qué es lo más importante en mi vida: la satisfacción propia o Cristo?

OREMOS:

Por los niños/as que están aprendiendo a compartir.