Cuando tengas una entrevista con alguien importante, la puerta se cierra, porque el tema es privado y necesita concentración. Y allí se tratara el tema, se llegara a acuerdos, arreglos, sugerencias y finalmente, se darán instrucciones y decisiones. Ahora se llego el momento de cerrar la puerta y tratar con Dios, no es con un ser humano con quien hablaras, no es con un sistema terrenal, con sus métodos, ideas y estrategias con el que trataras un tema, sino con el Reino de Dios, con el Creador del universo.

Para ello, Dios necesita que te apartes de todo, que hagas a un lado la influencia carnal, y aun tus mismos pensamientos debes de hacerlos a un lado. Nada funciona bien para ti, todo ha fallado, todos tus recursos están agotados a la máxima expresión; no tienes salida alguna; todo esta perdido; todo ha fracasado y estas mas muerto que vivo; tus pensamientos están quemados de tanto buscar soluciones y tu corazón se encuentra seco como una piedra del desierto, de tanto sufrimiento.

Así se encontraba la viuda a la que se le dieron estas instrucciones, se le dijo que se encerrara, porque Dios quería ayudarla, pero que la única forma era, que ella dejara de depender del sistema terrenal, y se depositara en las manos de Dios. Para ello, el Rey del cielo y de la tierra, la necesita encerrada y le crea un cerco, para acercarla a El y brindarle toda la ayuda necesaria para su vida.

Dios tiene su propio método, muy diferente al sistema del mundo, Dios soluciona los problemas de una forma milagrosa, y no esta basado como las soluciones terrenales, el sistema de Dios es sorprendente y maravilloso, es grande y milagroso. Dios no tiene limites en cuando a cantidades, días, enfermedades y conflictos, nada le puede impedir sanarte, liberarte o prosperarte.

Los seres humanos solucionan por la lógica, y van solucionando sus problemas según lo que poseen, pero Dios no actúa por la lógica, Dios actúa por que El es bueno y además de eso, tiene todos los recursos para ayudar al que clama.

La viuda estaba en total bancarrota, sin nada que hacer ya, dispuesta a morir, pero su dolor, fue la forma en la cual busco a Dios, y Dios se dejo encontrar. Ella cerro la puerta, Dios hablo con ella, la bendijo, la prospero y la lleno de su gracia, amor, poder y bondad.

Eso mismo Dios desea hacer en tu vida. No importa lo inmenso de tu problema, encierrate con Dios, dile que ya no puedes mas, que todos tus recursos están agotados. Dios vendrá a la cita, Dios te responderá, y tu vida sera distinta.

Oración:

Padre amado, te rogamos por todos tus siervos que están acorralados por las dificultades, que se sienten desesperados y a punto de morir de la pena, del dolor y de la angustia.

Ve a sus hogares amado Dios, y ayudalos, proveeles todo lo que necesitan y que sus vidas, vengan a ser vasos de alabanzas para ti.

En el nombre de Cristo Jesús, amen y amen.