¡ÓYEME MUCHACHA!

Soy joven, no te conozco, pero te conocen otros muy semejantes a mí que quieren decirte lo siguientes:
Ustedes las muchachas, ejercen una influencia en nosotros, no grande, sino ¡enorme!.

Esta influencia es independiente de tu voluntad, pero sí depende de tí que ese poder que posees sea para bien o para mal.

Es un problema muy serio que nos preocupa, créelo, a nosotros los muchachos, es un problema que se refiere a las muchachas buenas, muchas cosas que para ti ni tienen importancia, la tienen y mucha para nosotros, porque es muy distinta tu psicología de la nuestra.

Tal vez nadie te lo ha explicado, si no lo entiendes créelo, pues al menos influyes mucho en nosotros con tu modo de andar, de reír, de hablar, de mirar, de sentir, de tratar con nosotros…de tí depende que nosotros te respetemos, de tí depende que nuestro amor sea digno y puro, de ti depende que no seas para nosotros ocasión de pecado, que no te consideremos un simple instrumento de nuestra pasión.

Dios te ha hecho lo más bello de la creación, elévanos, tu influencia la irradias siempre en todas partes: en invierno, verano, vacaciones, en las fiestas, en el teatro, en las calles, en las congregaciones, en el paseo, en las escuelas, en el club, en el cine, en las universidades, en todo lugar.

Nos gustas elegante, muy elegante, pero sencillas, nos gustas simpáticas, muy simpáticas, pero recatadas, nos gusta buenas, puras y que nos ayudes a ser lo mismo, nos gustas moderna, pero sin que pierdas tu delicadeza femenina.

Nos gusta que te muestres como eres…que no te averguences de ser buena, que no aparentes lo que no eres, nos gusta estar contigo, nos gustas un poquito presumida, un poquito, no mucho.

Si todas las muchachas buenas mostraran en su parte exterior lo mucho de bueno que llevan en su alma, tendríamos una sociedad ejemplar.

Nos gustas buena y te necesitamos así para ser mejores, te lo pedimos todos los muchachos de corazón sano, que somos muchos, por favor piensa que somos mucho…piensa, por favor, en tu obligación de ayudarnos a ser lo que queremos ser…hombres de bien.

Desconozco su autor, sólo sé que lo tengo desde que era de 14 años, muchos verdad, pero aun lo conservo y lo comparto con ustedes.

Thaís de Soler
Mene Grande – Venezuela