10. Piénsalo dos veces si muetran poco dolor o remordimiento en cuanto a sus errores y pecados pasados.

Aquellos que realmente se arrepienten, verdaderamente sufren. La gente arrepentida no es arrogante. La gente arrepentida no culpa a otros por sus decisiones. Los recuerdos de los errores deberían producir pena y dolor. Cuando el arrepentimiento no es expresado, a menudo la ofensa vuelve a ocurrir. Algunas personas nunca se arrepienten por sus errores pasados. ¿Por qué? No han probado las consecuencias dolorosas de su rebelión. No poseen un verdadero temor de Dios. Creen que están por encima del juicio. Es inútil buscar una relación con quien no posee temor de Dios.

La conducta no corregida se convierte en conducta repetida. El temor de Dios mantiene fiel al compañero. La belleza no lo hará. Una mujer me explicó, «me mantendré tan hermosa, que él ni siquiera mirará a otra mujer» ¡Qué tonta! Tu belleza no hace necesariamente fea a otra mujer.

La belleza no puede garantizar fidelidad.

El temor de Dios nos mantiene fieles.

Algunos de los mejores artículos escritos están en las revistas de mujeres. Sin embargo, me entristece profundamente ver a algunos mentores de mujeres enseñarles el arte de la manipulación, la intimidación y la ilusión para engañar a los hombres que están persiguiendo. Nunca respetarás a quien eres capaz de engañar.