Lectura Bíblica . Mateo 4:1-2.

Un nuevo Tiempo,un nuevo siglo,un nuevo reto.

Las exigencias de un nuevo Liderazgo.

Realmente… no podemos hablar de liderazgo en la Iglesia, porque Jesús no busca «lideres», sino
que busca realmente «SEGUIDORES».

Esto contrasta realmente, porque en las librerías encuentras mas de 300 libros que hablan del
liderazgo, y ni uno solo que hable de «SEGUIDORES». La iglesia del día de hoy, es producto del
trabajo de aquellos doce seguidores de Jesús… que es cierto que al ser entrenados por el Gran
Maestro, lideraron a la Iglesia en aquellos tiempos, pero… este no es el fin, sino una
consecuencia, para ser un líder-siervo, primero hay que buscar la presencia de Dios en nuestras
vidas… obedecerle en lo que él nos presenta.

Realmente es interesante que nosotros tomemos conciencia, de esta realidad, que nuestra misión
no es ser lideres, sino ser auténticos y verdaderos e innegables seguidores de Cristo.
Te imaginas cuando en los primeros días… se les llamo Cristianos, a los que seguían al Señor
Jesús, ¡que privilegio ha debe haber consistido eso! Pero también tenia sus riesgos, el hecho que
quedaras marginado en la sociedad, que perdieras tus posesiones, y sufrieras persecución.

Mas, realmente analizaremos un aspecto bien fundamental en el comienzo de todo liderazgo, o
llamamiento hacia algún ministerio… que Jesús como nuestro modelo a seguir nos dio por
ejemplo.

Jesús el Hijo de Dios antes de comenzar su ministerio, ayuno. Mateo 4:1-11.
Realmente parece que no le damos la importancia debida al ayuno… y es que nuestro Señor, el
perfecto redentor ayuno durante cuarenta días… nosotros cuando seamos llamados a algún
ministerio debemos ayunar. Siempre para buscar la dirección de Dios, porque en las grandes
decisiones de nuestra vida siempre debemos escuchar a Dios.

Realmente cuando se comienzan a hacer cosas, por primera vez, el enemigo empieza a mover su
maquinaria y a querer obstaculizar, mas nosotros debemos de empezar a tomar cartas en el
asunto y tomar la autoridad a través del ayuno. Y es que a Jesús le esperaba la tentación que
Satanás protagonizó, queriéndolo hacer caer… entonces, nosotros debemos tomar fuerzas de
Dios, a través del ayuno.

El Hijo de Dios nos dio este ejemplo… y si él mismo lo hizo, ¿por qué tu y yo no lo habremos de
hacer

Recuerda antes de comenzar a hacer cualquier cosa importante, debes ponerlo en las manos de
Dios a través del ayuno y la oración.

Porque: «Al que no ora ni ayuna, viene el Diablo y se lo desayuna»
Realmente hay una frase que me gusta y que expresa el poder de la oración y el ayuno:

«Para poder estar de pie, primero hay que arrodillarse».

Y es cierto, si queremos tener un ministerio triunfante, primero tenemos que doblar nuestras
rodillas y humillarnos ante Dios… y pedirle que él pelee por nosotros al frente.

ORACIÓN:

Señor, Ayúdame a día con día, imitarte, y a siempre buscar tu rostro, permite que tu voluntad
more en mi, y sea la eterna guía de mis pasos.

por: Jonatan Gomez Suarez