Génesis 45:5 «Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá: porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.»

Sin a lugar a dudas, una de las historias mas conmovedoras que encontramos en las escrituras, es la historia de José.  Muy amado por su Padre, miembro de una familia numerosa, doce hermanos en total.  Sus hermanos le tenían envidia y llevados por ese sentir, cuando tuvieron la oportunidad, guiados por sus impulsos, lo vendieron a una compañía de Ismaelitas que pasaban por el lugar donde ellos se encontraban.  No podemos imaginarnos el sufrimiento de José en medio de una prueba tan fuerte, en donde solo tenia a Dios de su lado, ya que sus propios hermanos lo habían odiado a tal punto, de haber cometido aquel acto tan vil.  Desde joven, José comenzó a recibir sueños.  

Mientras pasaba por el proceso, llego a ser un hombre de mucha sabiduría, integro en el trabajo que le habían encomendado.  Luego al ir a la cárcel por una acusación falsa en contra suya, Dios le dio gracia en su encierro.  El propósito todos lo sabemos.  Tenia que ser formado, porque lo que le esperaba era de tal magnitud, que necesitaba estar listo.  En el sueño, un periodo de siete años de abundancia en el cual con la sabiduría que Dios le había otorgado, el iba a guardar para el sostenimiento de las naciones en los próximos siete años de sequía que vendrían.  Deseo enfocarme un poco en el lado del cual no se habla.  Los hermanos de José.  ¿Qué los movió a pecar de esa manera en contra de uno de sus hermanos menoresí  Ellos sabían que su Padre tenia amor por cada uno de ellos, pero su Padre amaba en gran manera a José.  

Ellos llamaban a su hermano el soñador, ya que el había declarado el sueño que había recibido.  Ellos le tenían envidia y odio a su hermano.  Sus sentimientos llegaban al punto de querer matar a su propia sangre, pero el mayor de los hermanos libro a José de la muerte.  Pasaron los años y con ellos llego el cumplimiento del sueño que José había tenido.  Preservar la vida con alimento a muchos pueblos.  La misericordia y gracia de Dios fue grande con estos hermanos.  Ellos en un momento y movidos por sus sentimientos actuaron injustamente, pero esto era necesario para el plan que Dios tenia.  Cuando se reencontraron con su hermano pudieron ver la mano de misericordia de Dios.  Su hermano los perdono, ellos fueron desde su tierra, a la tierra de Egipto, junto con su Padre y familiares.  

Vemos en la historia el perdón, la misericordia, y gracia de Dios.  En ambos extremos podemos ver que cuando hay un plan para la vida de una persona, no importa las circunstancias, este se va a cumplir y que de situaciones negativas, Dios se glorifica haciendo uso de su misericordia.  Los hermanos de José aunque actuaron injustamente era necesario, para lo que Dios iba a hacer.  Dios veía el futuro.  Ellos, fueron lo que se le conoce hasta hoy, como las doce tribus de Israel.  De uno de ellos vino a nosotros nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  Nuestro Señor llego, no de la tribu de José, sino de otra de las tribus que fue protagonista cuando se vendió a José como esclavo.  

No sabemos nuestro futuro, pero Dios si lo sabe.  En ocasiones hemos sido acusados falsamente por nuestro propios hermanos que adoran al mismo Dios que nosotros.  Puede ser que hayamos recibido desprecio o humillación, y nuestro hermano ha sido movido por algún sentimiento no grato.  O puede ser que nosotros injustamente hayamos juzgado mal a alguien.  Lo importante es ver como Dios cumplió su propósito en José y sus hermanos.  Dios cumple y cumplirá, su propósito en nosotros.  Por: Ruth M.  Cruz