«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6).

Un viajero, caminando por el desierto, encontró una mujer solita y terriblemente abatida.  Él le preguntó: «¿Quien es usted?» «Me llamo Verdad», contestó ella.  «Y ¿por qué motivo», tornó a preguntar, «dejó la ciudad y vino morar sola aquí en el desierto?» Ella contestó: «Porque antaño pocos estaban con Falsedad, pero ahora ella está con todos los hombres».  Es realmente triste que en esta generación muchos siguen la Falsedad en vez de seguir la Verdad.

JesusCristo, nuestro Señor y Salvador, dijo: «Soy la Verdad».  ¿Y cuántos lo han seguido?  ¿Quien se importa en obedecerlo?  ¿Cuántos tienen placer en andar en Su presencia?

Hemos constatado, con gran tristeza, que los placeres engañosos de este mundo han sido más atractivos para muchas personas que la vida feliz y bendita que el Señor nos ofrece.  Parece que la honestidad y la dignidad son cosas del pasado y que quien las conserva son personas antiguas y merecedoras de completa indiferencia.

¿Cual es camino tomado por aquéllos que se dicen «hijos de Dios»?  se acomodan a las circunstancias y se adaptan perfectamente al ambiente de la mayoría o ¿comprenden que, en cualquier situación, mejor es hacer la voluntad de Dios y vivir debajo de Su gracia y dirección?  ¡Como es bueno saber que estamos caminando con el Señor!  Seguir cada paso de nuestra caminata en este mundo seguros de que el Señor puede seguir con nosotros es una alegría que ninguna «falsedad»

tentadora puede ser comparada.  Mejor es el poco con la Verdad que la abundancia con la falsedad.  Mejores son los momentos de humildad abrazados al amor de la Verdad que la jactancia astuta y pasajera de la falsedad.

Con los corazones unidos y el firme propósito de ser una luz para alumbrar la obscuridad proporcionada por la falsedad, nosotros, cristianos, podremos enviar la falsedad fuea y traer de vuelta la Verdad que tanta falta está haciendo en nuestros días.  Todo es posible al que cree.  ¡Y nosotros creemos!