Cuando usted permite que las emociones negativas gobiernen su vida, es porque usted se siente sin poder para cambiar su situación o circunstancia. Sin embargo, Dios le ha dado a usted autoridad sobre sus emociones. Usted puede gobernar sobre ellos en vez de que ellos dirijan y gobiernen sus decisiones. Al usted usar su autoridad dado por Dios, usted puede caminar en dominio propio sobre sus emociones al punto de que nada le pueda lastimar.

1. Sentimientos son diseñados para moverle a usted hacia cierta dirección–sea cerca o lejos de la voluntad de Dios para su vida.
   1. Sentimientos son parte del compartimiento de su alma (3 Juan 2).
   2. Esta bien el tener emociones, pero sus emociones no deberían de controlarle a usted.
   3. Jesús tuvo emociones; en vez de someterse a ellos, Él oró y siguió hacia adelante con los planes que Dios tuvo para Su vida.
      1. En el Jardín de Getsemaní, Él estuvo abrumado con dolor y depresión, pero Él continuo en la voluntad de Dios para Su vida, el cual fue de ir a la cruz.
2. La raíz de toda emoción negativa es de no tener poder.
   1. Hay tres áreas que Satanás quiere que usted crea que no podrá cambiar.
      1. Su circunstancias.
      2. Su personalidad.
      3. Su Debilidades.
3. Usted tiene la autoridad dado por Dios de cambiar sus circunstancias, personalidad y debilidades.
   1. A usted se le ha dado dos dones: la semilla y el dominio.
   2. Dios le ha dado el derecho de mando.
   3. Jesús le ha dotado con Su autoridad (Mateo 28:18).
   4. Usted tiene la autoridad sobre todo ataque del enemigo, incluyendo ataques en su mente y emociones (Lucas 10:19).
      1. Tome autoridad sobre ataques emocional y mental en el nombre de Jesús.
      2. Nada puede herir a la persona quien cree que tiene la autoridad sobre el diablo.
   5. Como Cristiano, usted está “autorizado” en determinar lo que sucede en la tierra.
      1. Oración es la autoridad del Creyente de poner en movimiento y de aprobar las requisiciones para que Dios pueda envolverse en cualquier área de su vida.
      2. Si usted no permite que Dios se envuelva en su vida, Él no podrá.
   6. Satanás le pondrá a prueba a ver si usted conoce su autoridad (Hechos 19:13-15).
   7. Cuando usted sabe a quien pertenece, no tiene que probar nada; todo lo que tiene que hacer es de hablar la Palabra (Mateo 4:1-10).