¡Usted sólo tiene una oportunidad para causar una primera buena impresión! No importa que su iglesia sea grande, y cuente con las mejores herramientas tecnológicas y muchos recursos, o sea pequeña y escasa de recursos, los siguientes principios son algunos de los que puede usar para hacer que la primera impresión sea perdurable.

Asegúrense que el lugar de la Bienvenida esté limpio, despejado y organizado.

Pongan algunas flores para darle un toque amistoso.

Piensen en proveer donuts y café, u otros alimentos apropiados.

Las personas que dan la bienvenida deben ser cristianos amistosos y hospitalarios que sonrían y saluden con facilidad.

Todos los miembros dedicados a este ministerio deben estar familiarizados con las normas establecidas por la iglesia para los departamentos de preescolares y de niños.

Estén listos para saludar a los miembros y a los visitantes al menos 20 minutos antes de que empiecen las actividades.

Provean etiquetas con el nombre de las personas que saludan.

Saluden de forma cálida tanto a los miembros como a los invitados. No se olviden de saludar a los niños que asisten con regularidad. Muestren con entusiasmo que esperan verlos la semana siguiente.

Agáchense hasta la altura de los ojos de los niños y salúdenlos a ellos primero. Luego preséntense a los padres o adultos que los acompañan y denles la bienvenida.

Asegúrense de recoger la información esencial (nombre, dirección, teléfono, fecha de nacimiento) de cada miembro de la familia… Completen ustedes la tarjeta de información para los visitantes pues puede que los padres de los preescolares tengan las manos ocupadas con niños y bolsas.

Mientras llevan a la familia a la sala de niños (atiendan primero a los niños), hablen acerca de las normas para escolares y niños y pida a los padres que ellos permanezcan fuera de la puerta cuando dejen o recojan a su hijo. Explíqueles que ésto ayuda en la seguridad de cada niño dejado a su cuidado y permite que la enseñanza bíblica continúe sin interrupciones.

Presente a la maestra/director al niño visitante en la puerta de la clase.

No lleve a las personas escoltándolas hasta la puerta de la clase correspondiente o el lugar de adoración. Provéales de un mapa, o diga a los padres cómo llegar al cuarto de los niños.

Tengan preparado un pequeño regalo de bienvenida para los visitantes. Una bolsa atractiva que contenga unos caramelos, un pequeño regalo o una invitación a una cena gratis durante la noche de la familia en el templo..

Establezcan un plan de seguimiento para seguir relacionándose con los visitantes.

Cuando piense en el centro de bienvenida de su iglesia, recuerde que el lugar nunca es tan importante como las personas que visitan su iglesia. Sean una iglesia al estilo de Romanos 12.13 que practica “la hospitalidad” con todas las personas que Dios pone en su camino.