Curso para Ujieres – Detalles prácticos para formar un cuerpo de ujieres:

organización, responsabilidades, contribución y ministerio en la iglesia.

El ujier que sinceramente sonríe le está diciendo al visitante o miembro de la iglesia: “me siento muy feliz. ¿Lo está usted?” De la misma forma, un saludo de mano amistoso y una palabra de bienvenida alegra el corazón de la persona. Así como el campesino prepara la tierra para sembrar, el ujier prepara el ambiente propicio que motiva una experiencia genuina de adoración. El ujier es un obrero de Dios, un colaborador del pastor y de la congregación.

El primero en saludar a una persona proyecta la primera impresión de la iglesia. Las impresiones, buenas o malas, siempre se reciben cuando dos personas se encuentran. Un acto descortés o un saludo desinteresado de un ujier puede dañar la actitud de adoración del visitante o de un miembro. Aunque el pastor haya tomado mucho tiempo preparando el sermón y el coro haya practicado diligentemente, la mayor parte de este esfuerzo sería en vano si el ujier no cumple con su responsabilidad. Sin embargo, el ujier que hace su trabajo bien, prepara el camino para que la persona sienta el deseo de cantar como el salmista: “Yo me alegré con los que decían: A la casa de Johová iremos” (Salmo 122.1).

SELECCIONAR Y ADIESTRAR A LOS UJIERES DE LA IGLESIA El comité de nominaciones debe seleccionar al ujier y la iglesia debe elegirlo. Hacerlo así, destaca la importancia de este trabajo que es igual que el de cualquier otro oficial elegido por la iglesia.
Escoger a cualquier persona como ujier el domingo por la mañana tendrá el mismo resultado negativo sobre el servicio de adoración que seleccionar de la misma manera a un maestro de la Escuela Dominical.

Ser ujier es más que un honor; es un ministerio que honra a Dios. Así que cada ujier debe seleccionarse cuidadosamente, elegirse con dignidad y prepararse para cumplir con su función en el Reino de Dios.

¿Cuántos ujieres necesita una iglesia? El número varía de acuerdo con la membresía de la iglesia.
Pero ninguna iglesia es demasiado pequeña para no tener dos ujieres. Y uno de ellos debe ser el presidente. Los ujieres necesitan un líder como cualquier organización de la iglesia.

La mayoría de las iglesias encuentran que es beneficioso tener por lo menos dos o más ujieres asignados a cada pasillo principal. Siempre debe haber un ujier dispuesto a acomodar las personas.

De no ser así algunas personas caminarán desatendidas por los pasillos mientras los ujieres están sentando a otras. La observación y la experiencia del pasado ayudará a hacer la distiribución de los ujieres.

Debe haber suficientes ujieres para no usar a las mismas personas en todos los cultos. Muchas iglesias asignan ujieres que sirvan en ambos servicios en domingos alternos. Otras iglesias usan diferentes ujieres para los servicios de la mañana y de la noche. La iglesia determina una norma definida y adecuada.

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