Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
Mateo 4:10.

¿A Quién Rendir Culto?

El culto es el homenaje rendido a Dios. Este es el verdadero sentido de la palabra. Se trata de la adoración que sólo a Él pertenece.

Pero el término culto tiene otro sentido: el de liturgia o conjunto de prácticas determinadas por una religión para rendir ese homenaje. Puede ser sólo una forma, un conjunto de ritos exteriores o un formalismo. Pero “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).

El tercer sentido de esta palabra se aleja aún más del pensamiento de Dios: designa una admiración mezclada de veneración por una persona o una idea. Así es como se habla del culto a los antepasados, a la patria, al dinero… Se hablará también de una admiración fanática o de un amor exclusivo por un objeto, una película, una canción… Es un culto a los ídolos.

¿Qué es un ídolo? Puede ser un fenómeno debido a la moda, una quimera, una cosa vana. Los ídolos son “obra de manos de hombres… no hablan… no ven… no oyen… Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos” (Salmo 115:4-8). No forman parte de las cosas divinas y eternas. Nunca darán un sentido a la vida. Más que insustanciales, los ídolos son peligrosos, pues alejan al hombre del único Dios vivo y verdadero.

“Todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos” (Salmo 96:5).“Hijitos, guardaos de los ídolos” (1 Juan 5:21)