Cristo padeció una sola vez por los pecados,el justo por los injustos.1 Pedro 3:18.

Devocionales Cristianos – Una Causa Perdida

En el tribunal, la causa del acusado está perdida cuando el juez le quita la razón y pronuncia una condena contra él.

De igual manera, la causa del hombre pecador está completamente perdida. En efecto, sus pecados han obligado a Dios a pronunciar una sentencia de muerte: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).

Nadie escapa de esta terrible condenación. Aunque usted fuera la mejor persona del mundo, la Palabra de Dios declara: “No hay justo, ni aun uno”.

Pero Jesús vino a visitar a esos pecadores. ¿Nos defendió como un abogado defiende a su cliente? ¡En absoluto! Un abogado no puede hablar a favor de un procesado cuando éste ha sido declarado culpable y condenado. Además, la culpabilidad del hombre era indefendible. Y la venida de Jesús, el Santo y el Justo, puso en evidencia la plena culpabilidad de los seres humanos.

Entonces, quizá diga usted, ¿para qué vino Jesús a la tierra? Vino para soportar la ejecución de esa terrible sentencia pronunciada por la inflexible justicia de Dios. Si murió en la cruz como un malhechor, fue para llevar el castigo que nosotros merecíamos a causa de los pecados que cometimos.

¿Por qué lo hizo? Era el único que no merecía ese juicio, y esto fue demostrado en la perfección de su vida en la tierra. El amor fue lo que llevó a Jesucristo a sacrificarse. ¿Cuál es la respuesta de nuestro corazón a tal amor?