Devocionales Cristianos – La Historia del Juego Monopolio

«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo» (Efésios 1:3).

Durante la Depresión, Charles Darrow no conseguía encontrar trabajo. A pesar de estar sin dinero y de su esposa estar esperando un bebé, él no se mostró desalentado. Todas las noches se divertía con un juego inventado por él. El juego le recordaba unas vacaciones felices que habían tenido en otra ciudad. Creó una plaza, con un pedazo de cartón y fingía ser rico. En sus «propiedades» él colocó miniaturas de casas y hoteles que esculpió con pedazos pequeños de madera. El juego, llamado «Monopolio», fue más tarde comercializado por los Hermanos Parker y, al final, hizo de Darrow un millonario.

Por más que estemos enfrentando situaciones difíciles que parecen no tener solución, una cosa es cierta: el Señor está con nosotros. Es el socorro en cualquier circunstancia. Es el mayor tesoro que uno podría poseer. No existe el imposible cuando Cristo es nuestro Señor y habita en nuestros corazones.

Si estamos comenzando el año sin un empleo, confiemos plenamente que Dios suplirá todas nuestras necesidades y nos guardará con Sus manos santas hasta que el nuevo trabajo sea conseguido. Si el nuevo año comienza con enfermedades en nuestra casa, tengamos la fe de que el «Señor que sana»
luego derramará bendiciones de salud. Si estamos aflijidos por cualquiera problema, la paz y la bonanza pronto llegarán.

Nosotros, cristianos, podemos no tener riquezas en este mundo, pero, tenemos una riqueza que jamás nos dejará desalentados. Tenemos la riqueza que es nuestro Padre divino.

Estemos firmes durante todo el año. Esperemos, con paciencia, por todo cuanto Dios ha preparado para nosotros. En él tendremos un año bendito, días de grande refrigerio, muchas conquistas para conmemorar y un final de 2010 con muchos motivos de gratitud por una vida de plena felicidad.