Reflexiones Cristianas Diarias – Señal De Adición

«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).

Un padre llevó su hijo pequeño para visitar una grande catedral. Cuando los dos se aproximaban al altar, el niño apuntó para una cruz que se erguía en el fondo y preguntó:

«Papá, ¿por qué existe aquella gran señal de adición allá encima?» Si pensamos que el Cristianismo substrae algo de nuestras vidas, estamos completamente engañados. La vida cristiana apenas agrega lo que existe de mejor para nuestra existencia.

A veces pensamos que la vida con Cristo apenas nos saca de «los placeres» del mundo. No podemos beber, no podemos fumar, no podemos jugar, no podemos tener una vida sexual libre, no podemos eso y aquello. Pero no es verdad. Cuando Cristo está en nuestro corazón, percibimos qué «podemos todas las cosas». Y podemos todo porque Cristo nos fortalece.

Si yo no fumo, ni bebo, ni tengo una vida sexual desarreglada, es porque aprendí a amar al Señor y a cuidar mi salud, tanto física como espiritual. ¿Por qué hacer cosas qué podrán me traer aflicciones luego ? ¿Por qué arruinar mi vida con acciones que no me garantizarán una felicidad permanente?

En vez de pensar en la señal de substracción, del «no puedo»
yo prefiero regocijarme con la señal de adición, del «yo puedo todo». Puedo amar, igual cuando me ignoran; puedo cantar, igual cuando estoy debajo de serias dificultades; puedo creer que mis sueños serán realizados, aun cuando todo indique lo contrario; puedo, ahora mismo , glorificar a Dios por escribir mi nombre en el libro de los Cielos.

Sí, soy muy feliz por todo cuanto Dios agregó a mí vida desde el día en el que tuve un maravilloso encuentro con mi Salvador. Dios me dio una sonrisa que no existía, una paz que nunca había experimentado, una vida abundante que jamás pensé un día tener.

Gracias, Señor, por la cruz, por la señal de adición en todos mis días, por el amor que llena toda mi alma.
¡Aleluya!