Cristianos – Árboles Verdes Y Vigorosos

«El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes» (Salmos 92:12-14).

Lord Byron, un brillante poeta, gastó su vida en una busqueda loca por placeres. Las personas, hoy, dirían: «Él intentó vivir su vida». En desesperación, él escribió: «Las espinas que coseche son del árbol que planté. Ellos me heriran y estoy sangrando. Debía haber sabido cual fruto tal árbol daría.»

¿Qué hemos plantado en la orilla de los caminos por dónde pasamosí ¿Qué esperamos encontrar en la hora de cosechar los frutosí ¿Nos hemos preocupado con eso? Nos hemos programado ver los resultados para el porvenir?

El inicio de nuestras andanzas puede ser fácil y hasta deslumbrante. Somos jóvenes, llenos de vigor, llenos de ensueños. Podemos hasta pensar que plantar es suficiente, sea la planta que sea. Pero, y en el porvenir, ¿ qué encontraremosí ¿Árboles secos… sin sombra… sin frutosí

Podremos hasta derribar tales árboles y plantar nuevas, pero, ¿tendremos aún fuerzasí ¿Tendremos aún el vigor del principio?

El mejor momento para que plantemos árboles que producirán sombra y frutos es exactamente cuando estamos en paz, sin angustias, sin aflicciones, sin desesperación, sin culpas.

Nuestras mentes están limpias, nuestros corazones están puros, nuestras almas llenas de deseos ardientes de conquistas.

El Señor es el agricultor a quien debemos consultar. Él conoce todo de plantaciones. Sabe la ocasión oportuna, el lugar adecuado, el tiempo propicio para que plantemos nuestros árboles. Sabe como regarlos, como abonarlos y como sacar el provecho de todo cuanto ellos tienen a ofrecernos.

No queremos ver nuestros árboles sin hojas, con frutos secos, tomados por espineros. Queremos que ellos sean una bendición para todos los que pasan por el mismo camino por donde pasamos. Queremos que todos glorifiquen a Dios al verlos frondosos y encantadores. Queremos ver las vidas felices al rededor de todo lo que plantamos.

¿Ha usted plantado árbolesí ¿Sabe qué frutos darán?