Pregunta : ¿Por qué tengo que orar?

Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes. Oren además para que seamos librados de personas perversas y malvadas, porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. Confiamos en el Señor de que ustedes cumplen y seguirán cumpliendo lo que les hemos enseñado. Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró. 2 Tesalonicenses 3:1-5

¿Por qué debemos orar unos por otrosí

Dios me habló muy fuerte y claro el domingo, la prédica sobre los amigos de Job me tocó profundamente sobre mi responsabilidad de consolar a quienes llamo mis amigos, a orar por ellos, a interesarme por su salud espiritual, el martes en el grupo de oración de damas de la iglesia que asisto, volví a tocar el tema del sermón y todas concordamos sobre la urgencia de orar las unas por las otras. Pero, ya lo venimos haciendo todos los días cuando oramos por nuestros hijos y todas las que conformamos el grupo de Déboras, entonces Pablo, el apóstol amado me hizo ver este pasaje y comprendiendo la responsabilidad de interceder unos por otros conformamos compañeros de oración, pero esta vez oraremos con los motivos que el apóstol nos enseñó.

¿Por qué debemos orar unos por otrosí

«Para que la Palabra del Señor corra y sea glorificada» en otra versión dice: «Por último, hermanos, les pedimos que oren por nosotros, para que hagamos llegar a todas partes el mensaje del Señor, y para que la gente lo reciba con aprecio» He empezado a orar para que nadie que se llame hijo de Dios se quede callado, que todos, todos hagamos que el evangelio corra y se siga anunciando en todas partes, para que los que hablamos de Jesús tengamos un buen testimonio y por ello la gente no cuestione el poder de la Palabra por culpa de quienes lo anunciamos, estoy orando porque la pasión se encienda, el primer amor vuelva y ya no hayan religiosos en nuestros templos, sino creyentes que siembran la semilla del evangelio en buena tierra.

«Para que seamos librados de hombres perversos y malos» Debemos orar pidiéndole a Dios que nos proteja de la gente malvada, porque no todos quieren confiar en Jesucristo y por eso se levantan para distraernos del propósito que todos tenemos como creyentes, nos distraen con divisiones, con argumentos egoístas, con insultos y calumnias, nos distraen con el único fin que ya no tengamos ánimo de seguir sembrando la buena semilla, nos distraen para que instintivamente nos defendamos y perdamos el tiempo en dimes y diretes, en vez de confiar en Jesucristo, debo orar para que mi confianza y de aquellos que han entendido su propósito en esta tierra no miren atrás, oro porque se levanten profetas, evangelistas, siervos valientes que hablen de Jesucristo sin descansar.

«Para que seamos afirmados y guardados del mal» Oro porque el Señor Jesucristo les dará una firme confianza y los protegerá del mal, porque él siempre cumple lo que dice. Y él nos ha prometido que no estamos solos, no nos ha dejado solos con la tarea de hacer que este evangelio corra, él va delante de nosotros, él guardará nuestra vida de todo mal, no hay que tener miedo.

Para que tengan confianza en el Señor y para que sigan haciendo lo que Dios les ha ordenado Gracias al Señor Jesucristo estamos seguros de que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les hemos ordenado. Deseamos que el Señor los ayude a amar a los demás, así como Dios ama a todos, y que les dé su fortaleza para resistir en medio del sufrimiento. Estoy orando por todos mis amados hermanos para que sean afirmados en la fe que no debe menguar sino crecer cada día más, oro porque no se distraigan sino sigan obedeciendo al Señor que un día los rescató, oro porque sean más y más fortalecidos en la confianza que Dios jamás los ha desamparado, oro porque estén llenos de amor hacia los demás.

Cuando Pablo escribió estos versos había tanto que hacer, tantas personas que faltaban alcanzar y tantas nuevas iglesias que plantar, Pablo se sentía abrumado, no por la inmensidad de la tarea, sino por los obstáculos que confrontaban los creyentes, sin embargo el apóstol estaba consciente que la labor se haría a pesar de toda la oposición, pero era importante no perder esa conciencia de la tarea divina como prioridad de vida.
He entendido mi misión en esta tierra, hablar de Jesucristo, orar por los valientes que dejando intereses personales dedican su vida a consolar a otros. ¿Estas listo a ser uno de esos valientesí

Con amor Martha Vílchez de Bardales