Devocional  Diario – Amor y verdad

Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal. Proverbios 16:6

«Escuchen, la palabra del Señor, porque el Señor va a entrar en juicio  contra los habitantes del país: Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios. Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato.  ¡Un homicidio sigue a otro!  Por tanto, se resecará la tierra, y desfallecerán todos sus habitantes. Tropiezas de día y de noche, y los profetas tropiezan contigo; tu madre dejará de existir, pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Puesto que rechazaste el conocimiento, ¡Es así como acaba por hundirse un pueblo falto de entendimiento! Oseas 4.

Es muy serio cuando un profeta habla en el Nombre del Señor, y más  serio todavía si el mensaje contiene demandas, juicio y sanción, el profeta Oseas tuvo esta responsabilidad, alzar la voz y demandar al pueblo escogido de Dios por su falta de lealtad y verdad; es que Israel había perdido lo único que Dios les pidió no olvidar: Misericordia y verdad, fidelidad  y amor.

Parece mentira que sea algo tan sencillo lo que Dios nos pide jamás olvidar, y sin embargo, es tan común caer en la indiferencia y la hipocresía, Israel perdió la fidelidad y el amor y por eso la falta de estas virtudes los llevó a la ignorancia de conocer la voluntad de Dios, esto a su vez fue una regresión que declinó en deslealtad, apariencia y mentira, malversaciones, promiscuidad y crímenes contra el prójimo y contra Dios.  El Señor desde lo alto observó a su amado pueblo perder el rumbo, perder amor y  verdad, por eso caminaban tropezando de día y de noche, por eso terminaban hundiéndose  en cada mal paso por rechazar la sabiduría de Dios.

La calidad moral de la conducta que Dios desea a veces se resume en amor y verdad: misericordia y  principios.  «Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón». Prov. 3:3.

Necesitamos sentir misericordia por nuestro prójimo para no calificarlo, necesitamos vivir con principios basados en la Sabiduría, que es el temor a Dios, para no dar pasos en falso;  si no usamos estas virtudes cada día ¿en que nos diferenciamos del común denominador que hoy día compite, desprecia y mancilla a todos por igual?

Hermanos coloquémonos el amor y la verdad cual collar, escribamos fidelidad y misericordia en nuestros corazones, entonces contaremos con el favor de Dios y él allanará nuestras sendas.

Teme al Señor y huye del mal.

Martha Vílchez de Bardales