Devocionales Cristianos – El Deber

«Los que tienen amos creyentes no deben faltarles al respeto por ser hermanos. Al contrario, deben servirles todavía mejor, porque los que se benefician de sus servicios son creyentes y hermanos queridos. Esto es lo que debes enseñar y recomendar.» 1 Timoteo 6:2

El pedido de Pablo puede sonar bastante raro hoy. Con las actuales leyes que tenemos, la fuerza de los sindicatos, la presión que ejercen los grupos minoritarios, las libertades que sostienen aquellos que levantan la voz y lo conflictivo y poco tolerante de nuestra sociedad actual; pedir respeto y servicio suena a utopía.

En el contexto que Pablo lo pide es aún más complejo. Les estaba pidiendo a los cristianos que eran esclavos que actuaran con respeto y sumisión. Un esclavo era en aquella época una herramienta viva. Un amo podía hacerlo trabajar sin dormir hasta que muera, podía venderlo, podía golpearlo hasta matarlo, podía dejarlo morir d sed o de hambre y estaba permitido. No había leyes que protegiera a un esclavo, ni sindicato ni organismos de derechos humanos. Estaban obligados a trabajar hasta la muerte.

Pablo les demanda a los esclavos cristianos que fueran obedientes y cumplidores, sin importar que tipo de amo les toque en suerte. Hoy que no queremos trabajar, y que nos quejamos del trabajo que tenemos, que paveamos en internet o jugamos al solitario, seríamos los receptores del mismo reclamo de Pablo. No importa quien sea tu jefe, o que trabajo tengas. Solo por ser cristiano se espera de vos que cumplas con tus obligaciones, llegues siempre temprano, seas eficiente y obediente y te comportes de manera ética y honesta. Es lo que Dios espera de un cristiano.

Pero Pablo redobla el pedido y les indica a los esclavos cristianos que tenían amos cristianos que debían esforzarse más en ser mejores esclavos. El domingo en la iglesia, eran todos iguales y al compartir la Santa Cena todos tenían el mismo derecho. Pero luego, las diferencias debían ser respetadas. Y Pablo les manda a los esclavos a ser los mejores esclavos para sus amos cristianos.

En el siglo XXI también se repite la situación. Es otro contexto, con otras leyes, pero la misma relación. Y Dios nos pide excelencia en el servicio a otros cristianos. En lugar de brindar un servicio mediocre porque «como es hermano se lo tiene que bancar», deberíamos dar el mejor y más excelente trabajo. Seas plomero, contador, diseñador gráfico, carpintero o vendedor.

REFLEXIÓN — Esto enseña y recomienda.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany