Devocional Cristiano – Las Condiciones de Dios

El Señor vuestro Dios es clemente y misericordioso,y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él. 2 Crónicas 30:9.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.

Desde su niñez Juan fue un chico difícil y causó mucha pena a sus padres. Más tarde su comportamiento empeoró, al punto que estuvo varias veces en la cárcel. Cada vez su padre pagaba los daños y acogía a su hijo cuando volvía a casa. Después de la muerte de sus padres, pensando heredar una parte de su fortuna, Juan fue a la sesión de apertura del testamento.

El difunto empezaba por hacer un informe de la triste conducta de su hijo. Éste no pudo soportar oír la lista de sus malas acciones; entonces se levantó y salió dando un portazo. El jurista prosiguió su lectura: «A pesar de todo, él es mi hijo y lo amo. Por esta razón, y aunque él no merezca nada, le lego todo lo que poseo, sólo con una condición: él deberá asistir a la lectura de mis últimas voluntades. Si está aún presente cuando la lectura se acabe, él heredará todos mis bienes».

Juan perdió todo lo que había esperado. Perdió todo, no a causa de su mala conducta, sino porque no tuvo el valor de oír la verdad.

Aún hoy, todos nacemos pecadores y nuestra vida es indigna de Dios quien, sin embargo, ofrece su perdón a los que le reconocen. Él nos ama, pero también tiene sus condiciones. Jesús dijo: “Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna” (Juan 6:40). Ver al Hijo es reconocer a Jesucristo como Hijo de Dios, muerto y resucitado por nosotros.