DEVOCIONAL DIARIO – EL PESO ( LASTRE)

«Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: «Alza ahora tus ojos y desde el lugar donde estás mira al norte y al sur, al oriente y al occidente. Toda esta tierra que ves te la dare a ti y a tu descendencia.» Génesis 13:14-15

Juampi después de la operación tuvo un yeso en cada pierna, desde la planta del pie hasta la ingle. Dos semanas después de la cirugía, volvimos al Fleni para que lo revisaran. Como los yesos estaban blandos y ya no servían, quisieron ponerle nuevos yesos para mantener la pierna bien estirada y potenciar los beneficios de la operación. Así que nos llevamos a Juampi de nuevo a casa con las piernas blancas y pesadas.

Pero esta vez el yeso quedó más corto y en lugar de mantener la pierna horizontal, se dobló. La inclinación de 30 grados era totalmente perjudicial para su recuperación así que cuatro días después de habérselos puestos, Miriam llamó a la kinesióloga y le consulto si se los podía sacar. Como estuvo de acuerdo, inició el operativo saquemos el yeso de Juampi y con una moladora y mucha habilidad, cortó los dos yesos, sacó las venda y liberó a juampi del lastre que tenía en las piernas. Pesamos los yesos en la balanza y pesaban 7 kilos. Juampi sintió un enorme alivio de sacarse tanto peso.

Abram estaba teniendo problemas con su sobrino. Tenían demasiado ganado y eso generaba peleas entre los pastores. Así que decidieron separase. Y cuando se separaron, Dios se presenta nuevamente ante Abram y le hace esta promesa concreta. Ya lo había prometido antes, pero no había fijado el lugar físico. Solo cuando Abram dejó su lastre y se separó de su sobrino.

Su mayor bendición quedó firme cuando pudo sacarse de encima aquello que molestaba y que Dios no le había pedido. Para Abram, Lot era un yeso. Cuando pesábamos los de Juampi, me miraba para adentro y pensaba en las cosas que hoy me atan y molestan para avanzar, en las cosas que hoy son un lastre en mi vida para recibir la bendición plena de Dios.

¿Cuáles son las tuyasí ¿Podrás identificarlasí Dios quiere bendecirte, darte plenitud y victoria. Pero demanda que antes te liberes del lastre que molesta y sueltes aquellas cosas que Él no habilita, permite o acepta. La decisión ahora está en tus manos. Podés seguir viviendo con tus yesos, tratando de caminar incómodo y complicado; o podés liberarte para recibir la bendición de Dios.

REFLEXIÓN — Hay poder en la orden de Dios.