John Osteen – La Fe Que Obra Milagros 2

Continuemos.

Muchos venían tan enfermos, tan ciegos, tan paralíticos, tenían de todo en sus cuerpos, ahora ¿cómo ellos van a creer? ¿Me voy a parar allí y decirle lo que John Osteen cree? ¿Lo que John Osteen piensa? No. Ellos debían tener fe para sanarse. Sin fe es imposible agradar a Dios o hacer que Dios se mueva. Entonces, ¿qué tenía que hacer?

Tuve que explicarles lo que la Biblia dice sobre la sanidad y los milagros. Les aseguré que Dios no había cambiado, que Jesucristo es el mismo ayer hoy y por los siglos. Les aseguré que Dios no ha perdido su compasión. Que el estar enfermo fue una idea del diablo, pero que Dios quería darles una vida abundante.

Les dije lo que Jesús me dijo, si tú vas a todo el mundo a darles las buenas nuevas, te prometo una cosa John Osteen, me subiré al avión contigo, viajaré contigo, cuando cambies de avión, yo también lo haré. Me bajaré de ése avión contigo en la India. Yo iré al estadio en la India, allí me pasearé. Y si sólo predicas mi palabra, yo confirmaré mi palabra.

La primera noche cuando oramos más de 100 sordos vinieron a testificar, que Jesús los había sanado de su sordera. Dele un aplauso al Señor, por favor.

Vimos niños pequeños y paralíticos, vimos cómo sus piernas se enderezaban. Pies que nunca antes habían tocado el piso se enderezaron. Jesús los tocó. Les dije: No soy yo el que sana, yo no soy el que hace milagros, pero Jesús está aquí, lo vean o no. La fe viene por el oír y el oír la palabra de Dios.

Trajeron a un niño, que tenía un soplo al corazón, y creo que fue la primera noche. Ellos sintieron que Jesús había tocado a ése niño y testificaron. Pero al día siguiente llevaron al niño de vuelta al médico para examinarlo y hacer todo tipo de análisis. A la noche siguiente, volvieron, después de los análisis, y nos contaron que los médicos dijeron que el soplo al corazón, había desaparecido. ¡Sanado!

¿Qué estoy diciendo? Si ellos no hubiesen oído la palabra de Dios, no hubiesen tenido fe. La fe es por el oír, ¿oír qué? La Palabra de Dios.

Vea, sáquese sus anteojos denominacionales y destape sus oídos denominacionales, tire los libros con los que le han enseñado y sólo reciba la palabra de Dios y póngase a ver lo que Dios dice. La fe crecerá en su corazón.

Siempre desafío a la gente diciéndoles, si se atreve a meterse en la Biblia del Génesis al Apocalipsis. Camine en la palabra de Dios, atrévase a caminar con el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Atrévase a caminar con el Dios de Jeremías, Daniel y Ezequiel. Atrévase a caminar con Dios, el padre de nuestro Señor Jesucristo Atrévase a caminar con Pablo, Pedro Santiago y Juan. Acérquese a El Shadai, el Dios que es más que suficiente. Jehová Jireh, Dios su proveedor, Jehová Rapha, Dios su sanador.

Cuando Usted comience a caminar con Dios y ver quien es Dios, la fe crecerá en su corazón. Lea su promesa: “Clama a mí y yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas”. ¡Yo clamaré! ¡Clamaré en fe!

La Biblia dice “pídeme y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra”. Yo me atrevo a pedir y voy al Padre y digo: Dios danos Asia, Dios danos África, Dios danos América del Sur, Dios danos las islas del mar.

Él dice: “Clama a mí y yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas”, todo lo que tiene que hacer es clamar.

Juan 10:10 dice: “El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir”. Esto es lo que el Señor Jesucristo mismo dijo. La Biblia dice que el diablo, el ladrón viene para robar, matar y destruir.

Escúcheme con atención: A mí me enseñaron que era Dios el que ponía enfermedades en la gente. Si yo hubiera dicho en la India: Dios ha puesto éstas enfermedades sobre ustedes. He venido para hablarles de Dios que pone toda clase de enfermedad sobre ustedes. ¿Usted piensa que ellos hubieran venido a aceptar a ése Diosí

No, ellos no hubiesen venido a aceptar a ése Dios.

Tome conciencia de quien es su enemigo. El diablo ha venido para robar, y matar y destruir. Yo no sé qué está pasando en su vida, allí, pero lo que sea que le estén robando, matando o destruyendo es del diablo y no de Dios.

(CONTINÚA…)

Por Pastor John Osteen

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