Devocional Cristiano -‘Señor, ayúdanos a ver’

«RECUERDEN LO QUE. ERAN CUANDO DIOS LOS ELIGIÓ.» (1 Corintios 1:26 Traducción en Lenguaje Actual)

Jesús no veía a la gente como perdedores, sino como ganadores en potencia que habían perdido el norte. Él «.tuvo compasión de ellos…» (Marcos 6:34) y los miró con los ojos de Dios; no como malas hierbas, sino como futuras rosas. Y la perspectiva de Jesús, que a menudo es muy diferente a la nuestra, hizo florecer lo mejor en ellos. Allí donde muchos vieron a una mujer con cinco matrimonios rotos, Él vio a una pecadora restaurada que podría alcanzar a otros en Samaria. La gente vio a un ciego, Él vislumbró a alguien que recuperaría la vista.

Ellos vieron a un paralítico; Él imaginó a un hombre recogiendo su camilla y caminando por sí solo. Ellos vieron a Mateo como un despreciado recaudador de impuestos, Él vio en él a un futuro discípulo. Allí donde rechazaron a Zaqueo por ser pecador, Jesús reconoció un corazón dispuesto. Cuando sus discípulos pensaron que derramar un perfume tan caro era un despilfarro, Jesús reconoció el sacrificio de un corazón agradecido. Los demás vieron a un pescador impulsivo, Jesús vio a un líder que edificaría su iglesia. Los espectadores de la crucifixión vieron a los soldados romanos mofándose de Jesús mientras le metían los clavos en la carne, pero Él vio a hombres ciegos que no sabían lo que hacían.

‘Señor, ayúdanos a ver’. Dice Pablo: «Recuerden lo que. eran cuando Dios los eligió. De acuerdo a la gente, muy pocos. eran sabios, y muy pocos. ocupaban puestos de poder o pertenecían a familias importantes» (1 Corintios 1:26 Traducción en Lenguaje Actual). No nos engañemos, tú no eras tan maravilloso antes de que Dios te transformara, por lo tanto deja de juzgar a los demás con tu perspectiva limitada y empieza a verlos como Dios te vio a ti. Esfuérzate por sacar de ellos lo mejor. Llévales a Aquél que vino para traernos «buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo» (Lucas 2:10 NVI), o sea, buenas noticias para todos, ¡sin excepciones!