Cristianos Acabar bien la carrera

“…HE ACABADO LA CARRERA…” (2 Timoteo 4:7)

Para acabar bien la carrera tienes que entender lo siguiente:

Primero, algunos te abandonarán. Tal vez lo hagan porque tú has avanzado y ellos no, o porque se van para cumplir su propia visión, o porque no quieren seguirte adonde Dios te lleva. También a Jesús lo dejaron algunos: “…Muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con Él” (Juan 6:66).

Segundo, llegarán los desafíos. A todo aquél que Dios usa, le hace pasar por diversos retos. Escribe Pablo: “…Nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre… veraces, pero tenidos por engañadores; conocidos, pero tenidos por desconocidos; como moribundos, pero aún con vida; golpeados, pero no muertos; aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:4-10 NVI).

Tercero, Satanás te atacará. Cuando lo haga, recuerda que su ataque es una señal de respeto que indica que eres valioso para Dios, y piensa en las bendiciones que te esperan tras el ataque. Satanás se te opondrá cuando Dios esté a punto de hacer renacer algo en tu vida. Puede ser el comienzo de una relación, una carrera, un ministerio o incluso un hijo que Dios va a usar. Puede ser que ese “hijo difícil” sea alguien con un destino especial y un llamado único que el enemigo ha discernido, y por eso tiene más dificultades que otros niños. Cuando llegue el ataque, afírmate en la Palabra de Dios y proclama: “…Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57).