Devocional diario: ¿Qué hundió al Titanic?

“TODAS ESTAS COSAS LES ACONTECIERON… PARA AMONESTARNOS…”(1 Corintios 10:11)

Los científicos actuales sostienen que fueron una serie de grietas, y no una abertura enorme, las que hicieron hundir al Titanic, el opulento transatlántico de 300 metros de largo que desapareció bajo las aguas del océano, en su primer viaje de Inglaterra a Nueva York. En aquella noche fatídica, mil quinientas personas perdieron la vida en una de las peores tragedias marinas de la historia.

La teoría generalizada era que el buque había chocado contra un iceberg, el cual abrió una enorme abertura en el flanco derecho. Pero hace pocos años un equipo internacional de buceadores y científicos usaron sondas ultrasónicas para analizar los restos del navío, enterrado en barro a más de tres kilómetros de profundidad. Y esto es lo que descubrieron: Para su sorpresa, comprobaron que los daños producidos por el choque habían sido menores. Pero en lugar de una gran abertura, se encontraron con seis grietas no muy grandes a lo largo de los seis compartimentos estancos por donde entró el agua.

“Aquel día, todo lo que podía haber fallado, falló’, declaró William Garzke Jr, un arquitecto naval que colaboró con el equipo en el análisis de los datos.

Resumiendo, ¿qué hundió al Titanic? Cuatro cosas, las mismas que te pueden hundir a ti también.

Primero, pensaron que eran inmunes, que algo así no les sucedería a ellos.

Segundo, se quedaron “dormidos al volante” y no hicieron caso de cinco avisos anteriores.

Tercero, lo que les hundió no fue una única causa, sino una serie de pequeños fallos.

Cuarto, el problema que acabó destruyéndoles estaba oculto por debajo de la superficie. Dice la Biblia: “Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:11-12).

Ninguno de nosotros, por muy fuertes, sabios, virtuosos o emprendedores que seamos está inmune a caer.