Devocional Diario – Camino

«Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.» Salmos 119:105 (RVR)

Visitamos la ciudad de Bell Ville para tomar un retiro de jóvenes y una reunión en la iglesia. No conocíamos a nadie de aquel lugar, excepto a Gerardo y Marta que nos habían invitado. Pero cuando llegamos fuimos sorprendidos por el afecto y el amor con que nos recibieron los hermanos, y con la calidez de su trato. Me maravilla pensar en la Gracia de Dios, que permite que completos desconocidos puedan tener comunión y compartir un fin de semana sin haberse visto nunca antes.

Fue un encuentro del fin de semana, así que viajamos 500 kilómetros para llegar y lo mismo para regresar. Cuando terminó la última reunión ya eran pasadas las 22:00, así que emprendimos el regreso a casa después de las 23:00. Y como llovió todo el fin de semana, viajamos con lluvia.

Casi durante todo el viaje, la cortina de agua era pesada e incesante, haciendo más peligrosa la ruta e impidiendo la visión. Lo peor era tratar de pasar algún camión que también iba para Buenos Aires. Levantaba una pesada nube de agua que nos dejaba completamente ciegos. Apenas se veía el costado del camión, pero impedía ver la ruta, la banquina o que había adelante.

Y hubo camiones durante todo el viaje. Cuando llegamos a casa a las 6 de la mañana estábamos muy cansados. El viaje hubiera sido más liviano si hubiéramos podido ver con claridad la ruta. Pero el camino estuvo muy sombrío. Antes de acostarme y quedarme profundamente dormido, me acordé de este texto. Ahora que estaba relajado en mi cama y a salvo, después de agradecerle mucho a Dios que nos había cuidado en el viaje, me di cuenta lo importante que era tener una buena visión para no equivocar el camino.

Dios sabe muy bien este concepto, por eso nos recomienda que en el camino de la vida, en nuestro andar diario, cada vez que tomemos una decisión, tengamos la precaución de iluminar mucho el sendero que vamos a tomar, para no equivocarnos ni lastimarnos. Y solo la Biblia es la luz que necesitamos para ver el buen camino.

Podés intentar tomar atajos, podés querer buscar otros caminos. Solo la Palabra de Dios puede llevarte a buen término, de una manera exitosa y satisfactoria. No vivas en la penumbra de la lluvia de este mundo. Vas a poder andar bien.

REFLEXIÓN – Dejá que Dios te ilumine con Su Palabra.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany