Conocimiento de Dios

«Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mi; alto es, no lo puedo comprender.» Salmo 139:5 (RVR)

El salmista está hablando de lo grande y poderoso que son los pensamientos de Dios. Y concluye diciendo que ese pensamiento es demasiado alto como para que él pueda comprenderlo.

Cuando era adolescente habíamos armado un equipo de volley muy bueno con los chicos de la iglesia. Y por lo general ganábamos casi todos los partidos que jugábamos. Mi mayor dificultad era tener que bloquear al rematador contrario que era más alto que yo. Si parado me ganaba en altura, era muy difícil bloquear sus remates. Eso me obligaba a tratar de saltar más alto que él y a hacer un doble esfuerzo. A veces lo lograba. Pero para el salmista, no existía esa opción.

Querer entender la mente de Dios es como querer guardar el océano Atlántico en una botella. Es imposible. Hay cosas que en nuestra humanidad jamás podremos comprender. Sigue relatando el salmista que Dios lo concibió en el vientre de su madre y anotó en su libro todos los detalles de su persona. Y que al nacer, Dios controló que no falte ninguno de los detalles que había estipulado.

Es incuestionable la sabiduría de Dios, su perfección y su amor. Pero también es incomprensible. Mientras releía este pasaje me preguntaba porque en el listado que Dios hizo para Juampi figuraba su incapacidad para usar correctamente piernas y brazos, su debilidad en la cintura, su parálisis cerebral y sus múltiples dificultades. Mientras que en el listado de Connie, solo cuatro años más tarde, todos los rasgos y miembros son perfectos y bellos.

Pensar que Dios se equivocó en el diseño sería un grave error. Pero la realidad cotidiana me hace notar la diferencia. Y me cuesta entender por que Dios pensó así a Juampi y a Connie. Y aunque a veces me rebelo, me duele, lloro y sufro; me consuela pensar en esta eterna verdad. Jamás podré comprender la mente de Dios pero de algo estoy seguro.

Cuando llegue al cielo, Dios me va a estar esperando para darme algunos minutos de su eternidad, para explicarme por qué en su libro escribió que mi Juampi iba a tener tantas limitaciones. Y tengo su promesa que en ese momento voy a poder comprenderlo todo. ¡Y voy a quedar satisfecho!

¿Hay cosas que hoy no comprendesí No intentes saltar para buscar igualar la mente de Dios. Él está demasiado alto. Hacé como el salmista. Confía que Dios sigue siendo bueno, a pesar de lo que te toca vivir.

REFLEXIÓN – Alto, incomprensible, pero amoroso.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany