La Navidad es alegría en nuestro Salvador

«Entonces dijo María: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.» Lucas 1:46-47 (NVI)

En estos días festivos parece que la consigna publicitaria es estar alegre. No se concibe una fiesta triste así que todas las publicidades garantizan alegría si compras ese producto tan especial. Sin lugar a dudas, la navidad es un momento de extrema alegría y un día especial para recordar. Y más allá de los pesebres tan pintorescos y bonitos que pueden verse, analizando las Escrituras, al momento del nacimiento, en el círculo íntimo de Jesucristo no había demasiados motivos para estar alegres.

Me sorprende la actitud de María, la mujer que fue elegida por Dios para llevar en su vientre a Dios. (Mientras escribo esto me asombro de lo que escribo) ¡¿quién sería digno de semejante honor?! Si hubiera habido un reality show para elegir a la madre del Salvador, el programa hubiera sido lo más visto de la televisión. Y seguramente se hubieran anotado millones de postulantes de todo el mundo.

Sin embargo, cuando a María el ángel le anuncia la concepción del Espíritu Santo, ella no se sentía digan de semejante privilegio. Y seguramente después que el ángel desapareció habrán comenzado las dudas y los cuestionamientos. Ella estaba comprometida con José, ¿cómo iba a explicarle a su futuro marido que estaba embarazada del Espíritu Santo? No le iba a creer. ¿Qué iba a pasar en el barrio cuando le vieran la panza? Unos meses podía esperar, pero en algún momento se iba a notar. La vergüenza, la discriminación, las vecinas chusmas criticando, la soledad, el desprecio de sus pares iba a ser la moneda corriente de su realidad cotidiana. ¿qué iban a decir sus padresí

Y a pesar de estar sola en el mundo con una Verdad increíble, ella puede cantar con sinceridad: Mi alma glorifica a Dios y mi espíritu se regocija. En lugar de enojarse, resentirse, quejarse, ofenderse, molestarse, o desanimarse, esta joven madre solo quiere darle gloria a Dios y se alegra a pesar de sus complicaciones en lo que Dios le da (aunque eso signifique la discriminación de su barrio).

Creo que este es un motivo de la navidad. La capacidad para comprender que la gloria de Dios puede manifestarse aun a pesar de la incomodidad o injusticia que nos toque vivir. ¿Estás pasando por una situación difícil? ¿Sentís que Dios te está pidiendo demasiado? Recupera el espíritu navideño como María.

REFLEXIÓN – Alegrate en poder darle gloria a Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany