Cristianos, el Favor de Dios dura toda la vida

«Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices.» Salmo 30:5 (BLA)

Juampi está madurando y se enoja a menudo. Antes se encaprichaba como cualquier niño pequeño, pero ahora, a pesar de sus cortos ocho años, expone las razones de su enojo y defiende su posición. Cuando pasaba esto, yo cometía el error de querer discutir con él y tratar de convencerlo de su error. Pero esto era una tontería porque sigue siendo un niño de ocho años. Así que Miriam me enseño una manera distinta (y más efectiva) de afrontar sus enojos: la risa.

En lugar de enojarme o discutir con él, aplicamos la metodología de la risa, un chiste sencillo que relaja la tensión. Y el enojo desaparece. La risa tiene facultades curativas increíbles.

Cuando releía este salmo, pensaba en esta capacidad divina para hacernos felices. Dios tiene razones más que lógicas para enojarse, y cuando Él se enoja, lo hace con justicia. Nunca es un capricho ni es un asunto subjetivo. Los enojos de Dios son plenamente justificados. Frente a esto, no hay defensa posible.

Por eso resulta tan asombroso su carácter perfecto. Dios es completamente justo, pero a la vez es completamente amor. Y en su perfecto amor, lejos de querer nuestro mal (aunque lo merezcamos) Dios se apiada de nosotros. Y a través de Jesucristo se manifiesta con Gracia y misericordia en nuestras vidas.

El enojo de Dios es temporal y pasajero, pero su amor es para toda la vida. Su amor es eterno, como Él. Es permanente. Y aunque a veces nos disciplina y eso duele, su objetivo es siempre nuestro bien. Por eso el salmista podía sostener que aunque a veces derramemos lágrimas, podemos mantener la felicidad.

Ninguna dificultad es tan grande que pueda separarte del amor de Dios. Todo lo demás pasa, pero su amor siempre queda. Si hoy estás triste (por la razón que sea), podes estar seguro de algo: El amor de Dios consuela, sostiene y alegra, porque su fidelidad no cambia.

Para tu temporal de emociones, podés aferrarte de lo único que es permanente: El amor de Dios. 

REFLEXIÓN – La mejor ancla para tu temporal.

Salmo 30:5 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany