Los “valientes” de Dios. Parte 2

“TODOS ESTOS HOMBRES DE GUERRA… ESTABAN DE ACUERDO EN PONER A DAVID COMO REY” (1 Crónicas 12:38)

La segunda característica que encontramos en los “valientes” de David es: Entendieron la situación y fueron sabios para tratar con ella. “…Los hijos de Isacar, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer…” (1 Crónicas 12:32). No eres llamado a alejarte del mundo y renunciar a él, sino a involucrarte y decir: ‘Ésta es la solución de Dios para tu problema.’ Jesús prometió: “…Os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan” (Lucas 21.15). Cuando caminas con el Señor, no sólo captarás lo que sucede a tu alrededor, sino que Él te mostrará lo que debes hacer al respecto. Asimismo, si vas por el sendero equivocado, te volverá a traer al correcto: “…Cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió” (Hechos 16:7). Esa misma noche Dios le dio una revelación a Pablo indicándole que fuera a Macedonia a predicar.

El Señor también le advirtió al apóstol que el barco en el que navegaba iba a enfrentarse a una tempestad, con consecuencias desastrosas. Desafortunadamente, nadie quiso hacer caso a sus palabras (Hechos 27:0-11). Dios le reveló a José cómo prepararse para siete años de recesión, y también cómo prosperar y salir más fortalecido de ella. Muchos nos hemos dado cuenta de que si nos limitamos a seguir el consejo humano y no consultamos a Dios, las consecuencias pueden ser graves. Deja de hacer compartimentos estancos entre tu cristianismo, confinado a los domingos por la mañana en la iglesia, y tu vida de cada día. La Biblia nos dice: “…El Señor da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:6).