Los “valientes” de Dios. Tercera parte

“TODOS ESTOS HOMBRES DE GUERRA… ESTABAN DE ACUERDO EN PONER A DAVID COMO REY” (1 Crónicas 12:38)

Consideremos otra cualidad de los valientes de David, que les hizo sobresalir: Entendieron la importancia de la unidad y de las relaciones sólidas. “Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear… estaban de acuerdo en poner a David como rey” (1 Crónicas 12:38). Cuando los soldados romanos iban a la batalla, unían sus escudos, que los protegían de arriba abajo, y formaban un muro de defensa. Es una imagen elocuente de unidad. La Biblia nos instruye a que oremos los unos por los otros, nos defendamos los unos a los otros, nos ayudemos, nos soportemos, llevemos las cargas de los demás y también nos exhortemos cuando sea necesario. Si tienes un mal hábito que no puedes vencer solo, necesitas a alguien que te apoye y a quien puedas rendir cuentas. No madurarás en tu vida espiritual a menos que te conectes con personas espiritualmente maduras.

Pablo reprendió a los que eran incapaces de trabajar en equipo y siempre querían hacer las cosas a su manera: “…Que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:25-27). Desconectado de otros creyentes serás como un miembro aislado del cuerpo, sin el beneficio del cerebro, del flujo sanguíneo, de la alimentación, del sistema de eliminación de toxinas, etc. Serás incapaz, literalmente, de llevar a cabo nada que merezca la pena. La palabra para ti en este día, entonces es: “Mantente unido a los demás, en formación”