Cristiano no lo puedes hacer solo. Parte 2

“…PARA QUE LLEVEN CONTIGO LA CARGA…” (Números 11:17)

Tal vez seas un gran visionario, pero no triunfarás hasta que aprendas a inspirar a otros con tu visión para que ellos la hagan suya. La capacidad de transmitirla es fundamental; sin embargo, hay algo más: debes tener credibilidad y convicción. La gente no adoptará tu visión a menos que tú mismo estés convencido. Si lo estás, no tendrás dificultad en persuadir a los demás de la importancia de la tarea. Es cuestión de que la persona idónea presente el mensaje apropiado, en el momento justo, a la audiencia adecuada.

El psicólogo y escritor Dr. Larry Crabb describe así ese proceso: “Lo que hablamos a los demás respecto a su potencial tendrá gran impacto en ellos cuando lo que decimos esté en la línea de lo que el Espíritu ya les ha hablado a sus almas.” Ese poder podrá persuadir a otros para que se unan a la consecución de tu visión, incrementándose así las posibilidades de éxito. Hay una ecuación matemática en la Biblia muy interesante, que sostiene que uno puede hacer huir a mil, pero dos a diez mil (Deuteronomio 32:30). Ése es el poder de la sinergia, enseñado en las Escrituras. Cuando te rodeas de las personas apropiadas y cuentas con la bendición del Señor, conseguirás mucho más de lo que nunca imaginaste.