El saber Oír en la vida del Cristiano

«Mientras me hablaba, el Espíritu entró en mí, hizo que me pusiera de pie, y pude oír al que me hablaba.» Ezequiel 2:2 (NVI)

El joven profeta había sido llamado por Dios para una tarea complicada y dura. Tenía que hablarle a un pueblo sordo y testarudo. Ezequiel los conocía, vivía con ellos. Sabía de sus hábitos, de sus malas costumbres, de sus mentiras, de su testarudez. No había muchos profetas en aquellos días y la tarea sería solitaria y complicada.

Apenas escucha la Voz de Dios, el profeta se inclina en tierra en señal de reverencia y adoración. Es la actitud esperada de un mortal frente al llamado de Dios. En toda la escritura es habitual ver esta actitud. Frente al llamado de Dios, sus siervos se inclinan y escuchan.

Pero con Ezequiel, Dios hace algo distinto. Para que pueda escuchar bien lo hace ponerse de pie. La Biblia no explica la razón de este pedido, simplemente lo relata. Pero me encantó la frase. Para escuchar a Dios hay que ponerse de pie.

En estos tiempos de tanta sordera espiritual, donde los valores cristianos están pisoteados y parece que ir a la iglesia es un castigo en lugar de una bendición, es tiempo de tomar la actitud de Ezequiel. Debemos ponernos de pie. No es de cuarta ser cristiano. Es un privilegio y un honor especial. Nos dignifica Dios cuando nos habla y nos encomienda una tarea. Nos engrandece Dios cuando nos llama sus hijos. ¿Por qué avergonzarnos, entoncesí

¿Si te preguntan el lunes que hiciste el domingo, cuál es tu respuesta? ¿Te escondés detrás de mentiras o excusasí Dios te llama a ponerte de pie. ¿Te tienta un pecado reincidente, que te seduce y te agrada? ¿Te cuesta dejar malos hábitos como la mentira, el orgullo, la pornografía, el cigarrillo, la doble vida, la soberbia? Dios te llama a ponerte de pie.

Es tiempo de escuchar bien a Dios. De inflar el pecho y valorar lo que somos. ¿Te falta poder? ¿No tenés la plenitud del Espíritu? ¿Tu vida está seca? ¿Te aburre ir a la iglesia? ¿Estás cansado de la rutina eclesiástica? Dios te llama a ponerte de pie para escuchar su Voz. No vivas más de rodillas dominad por tus temores, tus fracasos o tus frustraciones. Es tiempo de ponerse de pie, de vivir la vida cristiana con la plenitud que Dios espera y demanda. Escuchá a Dios.

REFLEXIÓN – Firmes y adelante.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany