Lo nuevo de Dios para tu vida

«Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.» Isaías 43:18-19 (NVI) Nuevo

Teníamos un proyecto de construcción en la iglesia y esperábamos respuestas de los profesionales que estaban estudiando el tema. Pero luego de una larga espera, quien debía aconsejarnos decidió abortar el proyecto. Y esto nos dejó en la misma situación en la que habíamos comenzado. El desánimo se incrementó en forma exponencial. Todo lo que habíamos soñado en construir quedó reducido a nada en pocos minutos. Teníamos que volver a empezar.

Así que volvimos a consultar entre los hermanos para buscar a un profesional que nos aconseje, y uno de los hermanos nos pasó un contacto. Cuando lo llamamos, resultó ser la persona indicada, en el lugar indicado para hacer las consultas preliminares y avanzar a paso firme. Lo que pensábamos detenido y archivado, por la Gracia de Dios y la oportunidad de un hermano, se reavivó con fuerza.

En unos minutos el ánimo de la congregación cambió radicalmente y volvió la esperanza. Y mi suegro nos compartió este texto maravilloso. Dios renueva la esperanza y hace cosas nuevas. Es notable como los seres humanos nos aferramos al pasado como algo seguro, sin animarnos a mirar para el futuro.

Sin querer creer que Dios tiene el control de todo, que vive en un continuo presente y que para Él no existe el pasado o el futuro. ¿Es difícil tu momento actual? ¿Se desmoronó tu esperanza porque fracasó un proyecto muy deseado? Es cierto que eso duele y desmotiva. Es cierto que te tira para abajo y te desalienta. Y como un boxeador cansado de recibir golpes durísimos en el anteúltimo round, solo deseas tirar la toalla o que suene la campana del descanso.

Dios te renueva el alma, y te promete hacer algo nuevo. Sí, algo nuevo en tu vida de siempre. Y no lo dilata en el tiempo, te lo promete ahora. Dios puede abrir un camino en el desierto donde no hay nada. O ríos frescos en medio de la sequedad. El problema nuestro es creerle. Y cuando estamos golpeados, nos cuesta mucho. Te lo dice un boxeador en el anteúltimo round, que tiene demasiados garrotazos en su alma.

REFLEXIÓN – Dios quiere hacer algo nuevo con vos.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany