Equipado con un propósito. Parte 2

«…DIOS, QUIEN CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO PARA MÍ» (Salmo 57:2 NTV)

La Biblia está llena de personas que usaron sus talentos para bendecir a otros: músicos, albañiles, costureras, constructores de barcos, maestros, agricultores, pescadores, escritores, artistas, administradores, etc. Dios «…nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas» (Romanos 12:6 NTV). No obstante, mucho de lo que nos da nunca es identificado ni usado. Mac Anderson afirma: «Ganarse la vida no es lo mismo que hacerse una vida. No puedes falsificar la pasión, porque es el combustible del que se alimentan los sueños, y lo que te da la alegría de estar vivo… El primer paso es cerciorarte de lo que de verdad te gusta. Todos tenemos talentos e intereses únicos, y uno de los mayores desafíos de la vida es encajarlos con aquellas oportunidades laborales que hagan florecer lo mejor de nosotros. A veces solo lo conseguimos después de probar algo y equivocarnos -pero siempre merece la pena el esfuerzo.»

James Audubon (1785-1851), vivió en varios lugares, cambió de socios y de negocios, y sin embargo fracasó y fue a la quiebra. Hasta que no entendió que él mismo tenía que cambiar, no se encaminó por el sendero del éxito. Le encantaba la vida al aire libre y era un excelente cazador y artista. Viajó por todo el país (los EE.UU.) observando a los pájaros y dibujándolos; con sus dibujos, se ganó el honor de ser uno de los mejores pintores naturalistas de la historia. Pero lo más importante es que su trabajo le hizo feliz y le dio la paz interior que había buscado durante toda la vida.» Dijo el salmista: «Clamo… a Dios, quien cumplirá su propósito para mí» (Salmo 57:2 NTV). Ora y pídele dirección a Dios. Haz una lista de tus puntos fuertes y débiles. Pide opinión a personas que te vayan a decir la verdad. Una vez que hayas descubierto el propósito que Él tiene para tu vida, edifícala en base al mismo y «[hazlo] todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10:31)