El Camino Al Verdadero Liderazgo

«…SOMOS COLABORADORES…» (1 Corintios 3:9)

Una viñeta representa a un ejecutivo sentado en un gran escritorio con aspecto triste y desamparado. De pie al otro lado del escritorio se encuentra un humilde obrero que le dice: ‘Si le sirve de consuelo, también uno se siente solo aquí abajo.’ La realidad es que te encuentras gente sola en todos los estratos de la sociedad. La soledad no es un problema de posición, sino de relación. La Biblia dice: «El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano» (Proverbios 18:24 RV1960). El famoso dicho de «Se está muy solo arriba» no lo tuvo que haber pronunciado un buen líder. Pensémoslo por un momento: Si estás solo, es porque nadie te sigue, y si nadie te sigue, es porque no estás dirigiendo bien. ¿Qué clase de líder deja atrás a sus seguidoresí Alguien que es incompetente, inseguro y disfuncional.

El liderazgo eficaz consiste en elevar a otros, no a ti mismo. Y para levantarlos tienes que estar cerca de ellos. En calidad de líder, recuerda siempre estas tres cosas:

1) Para tener credibilidad, tienes que haber ascendido gradualmente, pasando por las distintas etapas y a base de mucho esfuerzo. Hay muchos que ofrecen consejos en asuntos que nunca han vivido ellos mismos, cuando en realidad la credibilidad se deriva de haber pagado un precio por el triunfo.

2) Para infundir respeto, tienes que reconocer que no llegaste adonde estás únicamente por tus méritos. Sir Edmund Hillary escaló el monte Everest porque contaba con un buen equipo. Tú también lo necesitas.

3) Para sentirte realizado, tienes que hacer que otros suban también contigo. «…Somos colaboradores…» (1 Corintios 3:9). El verdadero éxito es el éxito compartido, y sólo lo obtendrás cuando estés dispuesto a invertir en otros.