Feliz Año Te Deseamos Con Amor Amado Amigo

«Todos ustedes, en cambio, han recibido unción del Santo, de manera que conocen la verdad.» 1 Juan 2:20 (NVI)

Ya no queda casi nada. Apenas algunas horas y se acaba el año. Parece que fue ayer cuando comenzaba el año. Cuando iniciamos la página Devocionales Cristianos ¡ya pasó un año más! Y es un tiempo para reflexionar y hacer un balance, la unción del Espíritu Santo nos debería motivar a revisar nuestro año para ver los aciertos que hicimos y debemos mantener; y las cosas que hicimos mal y que debemos con la ayuda de Dios mejorar.

Algo en el hombre, intenta siempre minimizar nuestros errores y maximizar nuestros éxitos. Somos bastante parciales al momento de juzgarnos. Nos justificamos siempre por lo malo que hicimos y engrandecemos lo bueno que hicimos. También están los que se culpan y que piensan a la inversa, negando o minimizando lo bueno que hicieron y condenándose por lo que hicieron mal.

Ninguna de estas opciones, Dios nos plantea al momento de hacer una reflexión del año que paso. Y sostiene con firmeza y seguridad que el Espíritu Santo nos ha ungido para que conozcamos la verdad. Su verdad, la verdad de Dios. Porque su mirada es siempre de misericordia y amor. El nunca pasara por alto un pecado, a excepción que nos hayamos arrepentido.

El Nunca va a olvidar lo bueno que hemos hecho, aunque pensemos que fue pequeño e insignificante, y prepara la recompensa. Porque aunque no tengamos la alabanza de la multitud, o la gratitud de la iglesia, Dios que ve todo y sabe todo, anota, registra y recompensa.

Si tu análisis y balance de este año da positivo, es porque tus actos espirituales fueron mayores que los carnales, ¡gloria a Dios! Tienes el potencial para crecer en el año que viene y vivir para Dios en forma íntegra. Pero si el balance da negativo, este es un buen momento para cambiar esta situación. Y con la unción del Espíritu Santo, revisar los errores y pecados, arrepentirte y hacer un compromiso delante de Dios de mudar a partir de hoy.

¡Que no termine este año con el sabor amargo de las derrotas acumuladas! Tenemos un Dios de plenitud y victoria. Que tus logros de los años pasados te animen a santificarte. Que tus fallas pasadas generen en tu espíritu mayor temor de Dios y consagración. Y que tomes la decisión de comenzar el año que ya está empezando, de una mejor manera: Sosteniendo la mano de nuestro padre bueno Dios.

¡FELIZ Y PROSPERO AÑO EN JESÚS Y QUE LOS PLANES DE DIOS SE CUMPLAN EN NOSOTROS!

¡Bendiciones Miles!