Servir sin agobiarse según la Biblia – Segunda parte

«…TRABAJO, LUCHANDO SEGÚN LA FUERZA DE ÉL, LA CUAL ACTÚA PODEROSAMENTE EN MÍ» (Colosenses 1:29)

Es posible que te preguntes: ‘Puesto que servir eficazmente es una tarea que requiere cooperación con otros, los cuales a veces no van a estar de acuerdo conmigo, ¿cuál es la alternativa a querer complacer a los demásí’ Pablo responde: «…Todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús…»(Colosenses 3:17 NTV). O sea, estás representando al Señor Jesús. Eres su siervo y sólo Él tiene la autoridad de juzgar tu servicio. Además, eres «…hechura suya, [creado] en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que [anduvieras] en ellas» (Efesios 2:10). Las opiniones de la gente no cuentan; Dios te creó para una misión determinada. Por consiguiente, alégrate de ese llamado divino y acepta con agrado tu destino. Al hacerlo, dejarás de sentirte agobiado cuando sirves.
Has sido llamado por Dios, y como tal, todos los recursos del cielo están a tu disposición. «…Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13). Dios es la fuente de tu sabiduría y de tus capacidades, por ello confíale las preocupaciones del ministerio o de tu actividad laboral.«…Trabajo, luchando según la fuerza de él, la cual actúa poderosamente en mí» (Colosenses 1:29). Seguro que tendrás que trabajar arduamente y que se presentarán luchas; pero no las enfrentarás solo. De Él viene la energía y Él opera en tu vida de continuo. Tú eres el guante y Él la mano que lo rellena, controla y activa. Así pues, descansa y mantente en comunión con Él. «Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él…» (Hebreos 13:21).