Como Crecer Como Líderes. Parte 1

«YO, TERCIO, QUIEN ESCRIBO ESTA CARTA DE PARTE DE PABLO, …ENVÍO MIS SALUDOS…» (Romanos 16:22 NTV)

El apóstol Pablo se rodeó de personas dispuestas a sacrificar sus vidas por él (Romanos 16:3-4). Muchas de ellas quedaron casi anónimas. ¿Has oído alguna vez hablar de Tercio? Escribió los pensamientos de Pablo para que hoy pudiéramos leerlos. Todos conocemos a Timoteo, pero ¿quién ha oído hablar de Gayo? «Él es quien me hospeda y también recibe en su casa a toda la iglesia…» (Romanos 16:23 NTV). Muchos trabajaron en la sombra para que Pablo pudiera actuar cara al público. Es triste ver que cuando algunos líderes llegan a la cima, gastan su tiempo intentando desbancar a otros. Les gusta ser «los reyes del mambo», porque son inmaduros, inseguros y competitivos. A lo mejor eso funciona durante un tiempo, pero no puede durar. Cuando te propones desbancar a otros, gastas tu tiempo y energías vigilando que nadie te haga lo mismo. Es una forma mezquina de vivir, y muy desagradable para los que tienen que trabajar contigo.

Jules Ormont escribió: «Un buen líder nunca se coloca por encima de sus seguidores, excepto para llevar más responsabilidad.» Si estás en posición de liderazgo, no te aferres a tu título para convencer a otros de que te sigan. Fomenta las relaciones personales, gana a las personas. Si no amas a la gente, es muy posible que acabes manipulándola. Si sucede eso, muchos se irán y habrá grandes cambios de personal. Hace algunos años, los tres grandes tenores –José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti– dieron un concierto juntos. Cuando un reportero intentó averiguar si había rivalidad entre las superestrellas, Domingo dijo: ‘No, no se puede ser rivales cuando se está haciendo música juntos.’