¿Cómo Ganar La Batalla Personal Contra Satanás? Parte 2

«SOMETEOS, PUES, A DIOS…» (Santiago 4:7)

Si «[practicamos] el dominio propio y [nos mantenemos] alerta…» a las estrategias de satanás, tendremos la capacidad de ser proactivos en nuestra batalla personal contra él (1 Pedro 5:8 NVI). Pero el siguiente paso es crucial.

En la guerra siempre se siguen unas «reglas de enfrentamiento». Si pierdes más veces de las que ganas, es porque no estás cumpliendo esta norma vital: «Someteos, pues, a Dios…» (Santiago 4:7).

La salvación no te da acceso a un club para la élite religiosa, sino que te alista en el ejército del Señor. Y lo que importa no eres solamente tú, sino tu Rey, Su soberanía y autoridad, y aquellos que la reconocen. El rey solo da ese poder a Sus súbditos. Para ganar esa batalla tienes que reconocer quién es tu Rey y someterte a Él.

El centurión romano que tuvo un encuentro con Jesús lo entendió:

«Yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a éste: «Ve», y va; y al otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace» (Lucas 7:8).

Este hombre era consciente de que él, al igual que Jesús, tenía poder en la medida en que se sometía a la autoridad. Tu sometimiento a Jesús te dará el poder para plantearle batalla a satanás y ganarla.

No te lances a la lucha tú solo, sino más bien reconoce la autoridad de Cristo y sométete a ella, porque la vida sometida es la que triunfa. En el momento de la tentación, aprovecha la oportunidad para rendirte a Jesús, el Rey de reyes, quien afirmó:

«Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra» (Mateo 28:18). Bajo su autoridad comprobarás que la victoria sobre Satanás se produce «…no con ejército [humano], ni con fuerza [humana], sino con mi espíritu, ha dicho el Señor de los ejércitos» (Zacarías 4:6).