«DE ÉL DOY TESTIMONIO DE QUE SE PREOCUPA MUCHO POR VOSOTROS…» (Colosenses 4:13)

Cristiano ¡No te quedes sin «vapor»!

Juan Wesley, fundador de la iglesia Metodista, viajó a lo largo de su vida unos 400.000 km montado a caballo, con una media de 32 km diarios durante cuarenta años. Predicó unos cuarenta mil sermones, publicó unos cuatrocientos libros y sabía diez idiomas. A la edad de 83 años, le fastidiaba no poder escribir más de quince horas por día sin que los ojos le molestaran. A los 86 se avergonzaba de no poder predicar más de dos veces por día. En su diario se quejaba de su tendencia a quedarse en la cama hasta las 5.30 de la madrugada. Una palabra describe la vida de Wesley: celo. Escribe Pablo: «Os saluda Epafras…siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere. Porque le doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros…» (Colosenses 4:12-13 RVA).

Tomemos el ejemplo del vapor. Kate Eaton escribió en el periódico Chicago Tribune: «Tal vez lo veas por encima de tu hervidor de agua o en el espejo del baño; pero no es eso. El vapor es lo que está entre el agua caliente y el vaho visible. Se forma a 100º C y se expande para ocupar mucho más espacio que su estado líquido. Esa expansión explosiva, aprovechada dentro de una locomotora gigante, era el combustible que movía motores de 250 toneladas para que tiraran de trenes de más de veinte vagones a través de la Cordillera Azul, de las llanuras y del desierto, rumbo al oeste de los EE.UU. Tiene una potencia extraordinaria».

Si trabajas para el Señor, tienes que pasar tiempo con Él, si no quieres quedarte sin «vapor».