«EL QUE SE ESFUERZA EN SU TRABAJO TIENE COMIDA EN ABUNDANCIA…» (Proverbios 28:19 NTV)

3 Claves para mantener tu puesto de trabajo, y ser promovido – Parte 1

Es difícil encontrar buenos trabajadores, incluso en épocas de desempleo como la actual. Por eso, cuando un empresario los encuentra, hace lo posible por mantenerlos. En una coyuntura de crisis económica prolongada, siguen existiendo reglas que pueden ayudarte a no perder el trabajo, y hasta a ascender. Dichas normas se ajustan a lo que nos enseña la Palabra de Dios:

1) Entiende que el trabajo es una bendición. Dios creó primero el paraíso; luego creó al hombre; después le pidió que trabajara, diciendo: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan…» (Génesis 3:19). Dios recompensa el «sudor» (Proverbios 28:19) y le agrada que, aunque se trate de un trabajo manual y rutinario, lo hagas lo mejor posible. Y en última instancia es Él, y no tu jefe, quien controla tu porvenir.

2) Acepta la realidad. Desear que tus circunstancias actuales fueran diferentes y creer que mereces algo mejor no hará más que deprimirte, lo que no conduce a ninguna parte. «…Dios, [cambia] la maldición en bendición…» (Deuteronomio 23:5) y te concede «gloria en lugar de ceniza» (Isaías 61:3 RV1960). En coyunturas difíciles, Dios levanta a personas con ideas renovadoras que pueden hacer que su futuro sea mejor que el pasado, no sólo para ellas sino para los demás. Tú puedes llegar a ser una de esas personas.

3) Haz que Dios sea la fuente de tu bendición. «Yo soy el Señor, Dios tuyo, que te enseña para tu provecho, que te encamina por el camino que debes seguir» (Isaías 48:17). Que Dios sea tu tutor. Dale a tu jefe tus mejores esfuerzos en el trabajo, pero confía solo en Aquel que prometió «[suplir] todo lo que [te] falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús» (Filipenses 4:19).