«PARA QUE BUSQUEN A DIOS …» Hechos 17: 27

Cristiano Empieza a consultar a Dios primero en todas las cosas

Las agendas electrónicas, las agendas y los libros de citas se han convertido en nuestros tiranos. Hazte esta pregunta: «¿Me puede interrumpir Diosí ¿Puede conseguir mi atención a menos que ocurra una catástrofe?» La mayoría de las mejores experiencias con Dios van a ocurrir cuando tengas otras cosas planeadas. Ora que seas lo bastante sensible para darte cuenta que se trata de Dios, y obedécelo a Él y no a tu agenda. Si decides seguir tu programa en lugar del Suyo, no te sorprendas cuando te encuentres en un callejón sin salida y acabes preguntándote: «¿Qué fue lo que falló?» La respuesta es: «¡No consultaste a Dios!»

Considera a Marta y a María cuando Jesús fue a visitarlas a su casa en Betania. La preocupación de Marta era prepararle la comida; María estaba absorbiendo cada una de Sus palabras. Las dos son necesarias, pero cuando hay que escoger entre las dos, el Señor siempre va a elegir a la que se sienta a Sus pies en adoración y
aprende de Él.

Escucha a la pareja que acababa de encontrarse con Cristo en el camino de Emaús, después de Su resurrección: «¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino?» (Lucas 24:32). El Señor puede darte una solución «en el camino» para resolver el problema que te espera en el trabajo. Puede hacer que te relajes para que hagas un examen del colegio con seguridad en ti mismo. Hasta te puede dar dirección para tu futuro mientras haces las labores rutinarias de la casa. Lo único que te pide es que tú:

(1) seas sensible a Él;

(2) estés disponible para Él;

(3) le respondas a Él.