«Y ORFA BESÓ A SU SUEGRA, MAS RUT SE QUEDÓ CON ELLA.» (Rut 1:14)

El «regalo del adiós» en la Biblia

Algunas personas te dejarán. Cuando lo hagan, ¡déjalas ir! No trates de persuadirles a que se queden. ¡Raras veces tu destino está unido a los que se van! La Biblia dice: «Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros» (1 Juan 2:19). Cuando algunas personas ya no pertenecen a tu vida, ni un tubo enorme de «Pegamento Super» podrá hacer que se queden.

El hecho de que Orfa se marchara no significaba que fuera una mala persona; sencillamente denotaba que su papel en esta historia se había acabado. Reconoce cuando el papel de alguien se ha acabado en tu historia, si no, te vas a encontrar intentando resucitar a un muerto. David le imploró a Dios por la vida de su niño. Éste «…ayunó…, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. …ni comió… pan» (2 Samuel 12:16b,17b). Pero cuando murió el niño, tuvo que aceptar que no había nada más que pudiera hacer, así que «…David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas… y comió» (2 Samuel 12:20).

¡Reconoce cuando algo ha terminado! Si el propósito de Dios es que lo tengas, te lo va a dar. Cuando has hecho lo posible para que funcione y no ha funcionado, acepta su voluntad en el asunto.Levántate, vete a un centro comercial, compra algo nuevo o disfruta de una buena comida. Empieza a vivir de nuevo.

No ruegues nunca a nadie que se quede contigo en contra de su voluntad. El hecho que se vaya no es casualidad; el «regalo del adiós» es bíblico. Significa que Dios tiene algo mejor reservado para ti (y posiblemente para él también); por lo tanto, ¡confía en Él hasta que suceda!