¿Necesitas más autodisciplina?

» SI, PUES, HABÉIS RESUCITADO CON CRISTO, BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA, DONDE ESTÁ CRISTO SENTADO Á LA DIESTRA DE DIOS.» Colosenses 3:1

Cuando le preguntaron a D. S. Moody quién era la persona que más aflicción le causaba, éste contestó, «Tengo más dificultades con D. L. Moody que con cualquier otra persona viviente.» ¿Te suena de algo esta respuesta? Piensa en estas palabras: «Un enemigo tuve, cuya cara me afané por ver; pues invisible me siguió la pista, por dondequiera que fui. Mis planes estropeó, mis metas frustró y mi camino bloqueó. Cada vez que por una meta altanera me afané, inexorablemente me dijo:

´¡No!´. Una noche, lo agarré y su velo aparté. Por fin a la cara le miré, y he aquí: ¡a mí mismo me encontré!» El apóstol Pablo escribe, «…sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado» (1 Corintios 9:27). Al leer las vidas de grandes personajes, descubrirás que su primera victoria fue siempre contra sí mismos. Comprendieron que su primera responsabilidad era su autodisciplina y crecimiento personal, porque no puedes llevar a otros más allá de lo que tú has alcanzado.

Stephen Covey dice: «Si intento utilizar estrategias y tácticas para hacer que la gente haga lo que yo quiero mientras mi carácter permanece defectuoso, a la larga no lo lograré. Mi duplicidad criará desconfianza. Todo lo que haga, hasta técnicas de relaciones humanas buenas, será percibido como acciones manipuladoras. Da igual como sea de buena la intención o lo elocuente que seas; si no hay confianza, no hay fundamento para el éxito permanente. Sólo la integridad hace que la técnica cobre vida.»

Sobran las palabras, ¿verdad?