«…EL PAN PERPETUO…» (Números 4:7b – La Biblia de las Américas)

El pan que falta en la Iglesias

El pan en el Antiguo Testamento simboliza la presencia de Dios. Por eso Números 4:7b se refiere al «…pan perpetuo». Cuando el hambre sacó de Belén («Casa de Pan») a Noemí y a su familia, ellos se marcharon por la misma razón por la que la gente se marcha hoy de las iglesias: ¡por falta de pan!

Tommey Tenney escribe: «¿Por qué tanta gente acude en tropel a los clubes y bares buscando migajasí Porque probaron en la iglesia y encontraron sólo viejas recetas y hornos fríos. No había presencia de Dios en la despensa.
Para algunas iglesias es un asunto de orgullo; mediante la tradición intentan conservar la imagen de donde Dios estuvo, ¡a costa de donde Él está ahora! Hablan de lo que Él solía hacer… pero ¿y ahora qué? Es hora de dejar nuestros programas personales y nuestros juegos hechos a mano; Es tiempo de decir: «Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe» (Juan 3:30).

Cuando la gente experimenta la presencia de Dios, eso supera las teologías humanas y cambia los corazones. ¿Por qué? Porque alguien con una experiencia nunca está a la merced de alguien con un argumento. Por otra parte, cuando las personas experimentan tan sólo una pizca de Dios mezclada con otras cosas, esto les inmuniza contra lo que es real.

El problema no es que Dios no esté en la iglesia, ¡es que a veces no hay suficiente de Él para que se note la diferencia necesaria! Ezequiel decía: «…he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa [del templo]» (Ezequiel 47:1). Si a esta generación le va a llegar el agua viva, ¡primero ha de fluir por medio de los pasillos de la iglesia y a través de nosotros hacia los demás!».