«…ESTOS POSTREROS… LOS HAS HECHO IGUALES QUE A NOSOTROS, QUE HEMOS SOPORTADO LA CARGA Y EL CALOR DEL DÍA» (Mateo 20:12)

¿Por obras o por la gracia de Diosí

En esta parábola se contratan cinco grupos diferentes de trabajadores.

El primer grupo se queja cuando los que trabajan sólo la última hora reciben la misma paga que ellos. Éstos son los cristianos que se basan en el rendimiento. Piensan que porque evitan ciertos pecados Dios está muy contento con ellos. En vez de alegrarse con los que llegan más tarde al reino, se resienten. Son fáciles de ver, porque presentan tres características:

(1) Un espíritu de queja. Pasan por alto lo bueno,exageran lo malo, y buscan gente que esté de acuerdo con ellos. Tienen un espíritu de lástima que es mortífero, ¡destruye congregaciones y corazones! ¿Cuál es la cura? Gratitud continua por lo que Dios ya ha hecho, y sigue haciendo.

(2) Un espíritu resentido. En vez de descansar en la gracia de Dios, actúan como soldados esclavos del deber, reclutas, no voluntarios. Luchan constantemente por la aprobación de Dios, nunca parecen estar a la altura de las circunstancias, y su hostilidad les impide experimentar gozo. Sin embargo, en el momento en que comienzan a reflexionar sobre el amor de Dios por ellos, su resentimiento comienza a disminuir.

(3) Un espíritu de juicio. No es justo, piensan. ¡Yo hice el trabajo y ellos se llevan el mérito! Se olvidan de que Dios reparte regalos, no salarios. «No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades» (Salmo 103:10), sino que nos olma de amor y misericordia. Entonces, ¿quiénes son estos cristianos basados en la gracia? Los últimos, sin contratos ni garantías; su relación con Dios está fundada sólo en la gracia. Son felices con cualquier cosa que Él les dé, habiéndose humillado por su bondad, y motivados a trabajar con una gratitud abrumadora. Entonces, ¿en qué grupo estás tú, en el que se basa en el rendimiento o el que se basa en la gracia?