“EN ESTO ES GLORIFICADO MI PADRE, EN QUE LLEVÉIS MUCHO FRUTO…” (Juan 15:8)

¿Qué significa una vida fructífera? – Parte 1

¿Quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida? Escucha: “…os elegí a vosotros… para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…” (Juan 15:16). ¿Pero qué pasa si mi rama es estéril y mi cesto está vacío?, te preguntarás. Escucha: “Todo pámpano que en Mí no lleva fruto, lo quitará…” (Juan 15:2).
¿Quiere eso decir que voy a perder la salvación? No, Jesús estaba hablando de las ramas que están “en Mí”, demostrando así que es posible estar “en Cristo”, y, sin embargo, no ser fructífero ni disfrutar de la vida abundante que Dios quiere que tengamos.

La palabra ‘quitar’ es ‘airo’ en griego, y significa: ‘levantar’. Las ramas nuevas tienden a extenderse por el suelo. Pero ahí no llevan fruto. Cuando llueve, se llenan de barro y de moho; se enferman, llegando a ser estériles.

Entonces, ¿qué hace el labrador?, ¿las corta y las tira? No, son demasiado valiosas para hacer eso. Él pasa por su viña con un cubo de agua, buscando las ramas caídas y levantándolas de la suciedad, las lava. Recuerda las palabras de Jesús en Juan 15:3: “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”. Una vez que las ramas han sido lavadas, las levanta, las envuelve alrededor del enrejado y as ata firmemente, para que den fruto muy pronto.

¡Qué cuadro! Si has caído en la suciedad, o simplemente estás viviendo por debajo de tu potencial, Dios no te va a echar fuera.

No, te levantará, y te ayudará a florecer de nuevo. ¿Por qué no le dices algo hoy?