“MEJORES SON DOS QUE UNO” (Eclesiastés 4:9)

Reflexiones: El “Equipo Hoyt”

Rick Hoyt es un parapléjico que no puede hablar. Cuando nació, los médicos dijeron a sus padres que sería un vegetal, pero ellos decidieron criarlo como otro niño más. A la edad de diez años, la vida de Rick cambió espectacularmente. Unos ingenieros de la Universidad de Tufts crearon un aparato que le permitía comunicarse mediante un ordenador. Sus primeras palabras, tecleadas meticulosamente, fueron:

“¡Aupa los Bruins!”. En ese momento todos se dieron cuenta de que era un fan del deporte.

Tras una larga batalla, Rick fue admitido en una escuela privada, en donde sobresalió como estudiante. Dos años más tarde, se enterró que se había organizado una carrera de cinco kilómetros para recoger fondos a favor de un joven atleta que se había quedado paralítico en un accidente. Rick dijo a su padre que quería participar, y este decidió correr empujando a su hijo en una silla de ruedas adaptada para él. Cruzaron la línea de meta los penúltimos pero ese día nació el “Equipo Hoyt”. Con el paso del tiempo, consiguieron una silla más sofisticada y el adolescente parapléjico juntamente con su padre “oxidado” empezaron a correr juntos. En 1981 participaron por primera vez en el famoso Maratón de Boston. Desde entonces no se han perdido ni uno en veinte años.

Mientras tanto, Rick obtuvo su título universitario y trabaja en la Universidad de Boston ayudando a crear sistemas informáticos para personas discapacitadas. Para marzo de 2001, el “Equipo Hoyt” había completado un total de setecientos treinta y una carreras, incluyendo cincuenta y tres maratones y ciento treinta y cinco triatlones. ¿Qué podemos aprender del “Equipo Hoyt”?

(1)No tienes que vivir como una víctima; (2) Está bien reconocer tus limitaciones, mientras edifiques tu vida alrededor de tus sueños; (3) Concentra tu atención en lo que tienes, no en lo que no tienes; (4) Involucra a Dios en todo, porque con Él “todas las cosas son posibles”.