“ECHA SOBRE EL SEÑOR TU CARGA, Y ÉL TE SUSTENTARÁ (Salmo 55:22)

¡Relájate hoy y confía en Dios!

O tú llevas la carga, o dejas que el Señor lo haga. ¡Tú eliges! ¿Cómo nos sostiene Él? ¡Día por día! ¿Te acuerdas de los israelitas en el desierto? Cada día Dios los alimentó mandándoles maná del cielo. Pero igual que nosotros, algunos de ellos querían asegurarse de que iban a tener bastante para el día siguiente (por si acaso se le olvidaba al Señor). Pero Él les permitiría recoger sólo lo suficiente para cada día. Si tomaban más, se echaba a perder. Piénsalo: Preocuparte por el futuro es como intentar almacenar maná para el día de mañana; antes de que te des cuenta te sientes podrido (no es broma). Tu Padre celestial quiere que le des tu futuro… ¿Que por qué? ¡Sencillamente porque es demasiado grande para ti!

¿Te atormentan los pensamientos: ¿Y si…? ¿Y si el dinero no llega? ¿Y si me pasa algo, o caigo seriamente enfermo, o pierdo mi empleo? ¿Y si me quedara solo toda la vida? ¿Y si no estoy oyendo la voz de Dios con claridad, y me equivoco?

A todo esto la Biblia lo llama ‘argumentos’[‘imaginaciones’ en la versión inglesa] (Ver 2 Corintios 10:5). Te estás imaginando lo peor. Parafraseando lo que Pablo dice, te aconsejo que las derribes porque si no lo haces, vivirás atemorizado acerca de cosas que no han ocurrido y que probablemente nunca pasarán, a no ser que te las creas por puro miedo (Ver Job 3:25). ¿Y qué pasaría si le das vueltas y vueltas a la cabeza y te lo imaginas… para que después Dios te sorprenda haciendo algo totalmente distinto? ¡Cuánto tiempo perdido! ¿No has malgastado ya bastante preocupándote sin necesidad?

Permíteme darte una idea: ¿Qué te parece si te relajas, y dejas a Dios ser Diosí