«…AUNQUE… CAIGA EL JUSTO, VOLVERÁ A LEVANTARSE…» (Proverbios 24:16)

Tu actitud frente al fracaso

Se puede conocer bien a alguien por la forma en que reacciona ante el fracaso. Todos caemos, pero lo que cuenta es cómo nos levantamos de nuestras caídas. Según Verla Gillmor: «El fracaso nos enseña cosas que no aprenderíamos de otra manera… trátalo como una visita que viene a traerte malas noticias, pero no dejes que se hospede en tu casa. Recuerda, no todos los fracasos son iguales. Por ejemplo, cuando una joven hermosa y con talento queda la segunda en un concurso de belleza, algunos piensan que ha fracasado. Y sin embargo, hay mujeres que darían todo por ser nombradas la segunda mujer más hermosa de la competición. Es una cuestión de perspectiva… [examina] tus fracasos y sopésalos de acuerdo a su importancia en el panorama general de la vida… En una ocasión suspendí un examen en la facultad… sé que es ridículo, pero eso me quedó grabado en la mente como si llevara una piedrecita en el zapato. ¿Por qué le di tanta importancia a eso y no al hecho de que ocurrió en al año en que aprobé otros diecinueve exámenes, trabajaba media jornada, me comprometí con mi novio y pasé seis semanas en la enfermería de la universidad con mononucleosisí

Cuando pongo esa experiencia en el contexto general, pierde la fuerza de minar mi confianza. El fracaso nos enseña a valorar lo que es importante. Tengo una amiga a quien despidieron del trabajo. La pilló de sorpresa porque era muy buena en lo que hacía. ‘Era muy orgullosa’, dice. ‘Pero podía permitírmelo, porque me iba muy bien. Perder el trabajo… fue una lección de humildad. Si eres orgulloso, no te das lugar para fallar, lo que es un yugo muy pesado… que ya no llevo encima. Mi espíritu se siente mucho más liviano sin la carga de tener que ser perfecta'».